Cambiar de país no es tarea fácil. Escoger un nuevo lugar para volver a forjar toda una vida desde cero es comparable a la sensación de vértigo que produce asomarse al precipicio de un acantilado: una mezcla entre adrenalina y nerviosismo completamente comprensible. Y para los gallegos retornados, si bien tienen raíces en la Comunidad, no deja de ser un cambio radical, por lo que, para facilitar el proceso, cuentan con el apoyo y ayudas comprendidas en la Estrategia Galicia Retorna, que tiene como objetivo facilitar su asentamiento en la Comunidad.Fue el caso de María Belén, que en 2022 tomó la decisión de cruzar el océano y venir desde Buenos Aires (Argentina) hasta Vigo, donde vive ahora con su marido y su hijo, que entonces tenía 14 meses. Su abuelo, natural Salceda, emigró a Argentina, donde echó raíces y formó una familia, pero nunca dejó atrás ni su historia ni su cultura, y formaba parte activa de la asociación Tui-Salceda, donde finalmente acabarían conociéndose sus padres. En ella se crio «bailando jotas y muiñeiras», y de hecho reconoce que «la cultura gallega» siempre le ha resultado muy cercana. «Si me pides bailar un chacarera, no tendría ni idea», bromea.

En 2013, con 20 años, pudo venir a Galicia gracias a una ayuda proporcionada por la Xunta, y «le encantó», aunque «no tenía ni la edad ni los recursos para venir». Casi una década después, con 29 años y una familia, se embarcó en la aventura de cambiar de país, y escogió Vigo, donde tenía conocidos, para empezar su nueva vida. Fueron dos de sus compañeras que hacían baile con ella la asociación y que ya se habían venido a Galicia las que la remitieron a la oficina de atención y seguimiento a los retornados, mediante las que la Xunta ofrece un servicio de atención integral a las personas que regresan de la emigración para facilitar su integración completa en la Comunidad; así como orientación a la hora de disponer de ayudas o hacer gestiones burocráticas.

María Belén, por ejemplo, fue beneficiaria tanto de la BEME (Becas Excelencia Mocidade Exterior) para cursar un máster en la Comunidad como de la ayuda extraordinaria que, atendiendo a diversos parámetros –como si se escoge un concello rural como lugar de residencia o el número de hijos–, puede ascender a los 6.000 euros.«Se llamaba Mónica»

«Nunca me olvidaré de su nombre, Mónica», asegura sobre la persona que la atendió por primera vez en la oficina de asesoramiento y seguimiento al retorno de Vigo, que no solo fue atenta y amable al explicarle el funcionamiento de las ayudas, «sino que además me fue haciendo seguimiento» y la ayudó con la gestión de trámites y las diversas dudas que le surgían sobre las ayudas. «Habiendo emigrado toda la familia», estudiando un máster a la vez y con un niño tan pequeño, explica, el «cuidado» que recibió por su parte fue decisivo para hacer frente a un proceso que, ya de por si, es muy estresante. Pero no se acaban ahí las palabras de cariño, que también tiene para Luz, que fue su orientadora laboral, y en general para todos los empleados del servicio, porque «fueron excelentes, jamás me olvidaré», insiste. Ahora, explica, trabaja en el Parque Tecnológico de Valladares, donde está «muy contenta» y ha sido muy bien recibida por sus compañeros. «Obviamente extraño muchísimo el país en el que nací, pero para mí Galicia también es un hogar», explica, y «me siento segura».

Como ella, otras 28.000 personas se beneficiaron de la última edición de la Estrategia Galicia Retorna 2020, que ha sido renovada por otros cuatro años en los que se espera facilitar el regreso de otras 30.000, en el marco de la política de reto demográfico y de captación de talento de la Xunta. Precisamente forman parte del programa las ayudas extraordinarias a las familias retornadas, que han vuelto a renovarse este año 2024 con un incremento presupuestario del 18% y se podrán solicitar hasta el 30 de septiembre, y que sobre todo piden personas de Argentina –como María Belen–, Venezuela, Brasil, Cuba, Uruguay, México, Suiza, Estados Unidos o Alemania, entre otros muchos países.