Un viaje a Perú a base de pollo asado, ceviche y ají de gallina
Cevichazo es un ejemplo de restaurante hecho por y para inmigrantes donde probar lo más auténtico de la cocina peruana
El Correo, , 05-03-2024El televisor escupiendo cumbias a todo volumen, el acento del público que puebla las mesas y sobre todo el aroma a ají de gallina que hoy ofrecen con el menú, les delatan. Cevichazo es uno de esos restaurantes a los que se les ve a la legua que son de verdad, sin necesidad de acentuar su autenticidad con guiños folclóricos o una decoración exótica. Apenas una mano de pintura lo distingue del mesón de corte árabe que había en este mismo local de Iturribide hasta hace un par años. Y sin embargo el ambiente, el público y las sazones han cambiado radicalmente.
El ‘boom’ de la cocina peruana en las últimas dos décadas ha llegado a permear las cartas de casi cada bistrot con pretensiones de Occidente, donde no suele faltar una creación ‘acevichada’ del chef de turno. Sin embargo, para un viaje de inmersión culinaria con todas las de la ley hace falta dar con alguna de esas modestas casas de comidas, refugio de inmigrantes en busca de un bocado que les ayude a sobrellevar la nostalgia.
Marcos Alba y su equipo.
Marcos Alba y su equipo. G. Elejabeitia
Al frente de la casa está Marcos Alba, nacido en Trujillo, «donde se hace la mejor cocina del Perú», fanfarronea. Llegó a Bilbao en 2001 siguiendo a una vasca y desde 2006 regentaba en la misma calle el Iturriondo, donde entre el repertorio de pintxos locales, comenzó a servir tímidamente algunas de las especialidades de su tierra. Su clientela le pedía que explorara ese camino y él estaba cansado de trabajar las noches, así que hace un año abrió este Cevichazo un poco más arriba, donde se dedica a ofrecer las recetas canónicas de su país.
Su especialidad es el pollo asado a la peruana, marinado durante 24 horas en un adobo «secreto» que suele incluir pasta de ají panca, cerveza y pimienta abundante, entre otros ingredientes. Crujiente por fuera y jugoso por dentro. Los ceviches están bien tratados, con una leche de tigre ligera pero potente, y pueden ser combinados con chicharrones de pescado. No esperen piezas nobles como en los garitos de moda, el de aquí se hace con una humilde perca. A partir de ahí, platos de repertorio como el lomo saltado, el aguadito de pollo, el antichucho o un suculento ají de gallina. Platos pensados para reconfortar tanto el estómago como el espíritu por cuatro perras.
El público es, de momento, mayoritariamente peruano, el moderneo de la villa todavía no ha descubierto sus bondades. Pero tiempo al tiempo, llegará el día en que quizá sea complicado reservar. Los precios populares y los sabores exóticos ejercen un poderoso influjo para comidas de cuadrilla o citas de presupuesto ajustado.
G. elejabeitia
Pisco y chicha morada
En Cevichazo se puede comer a la carta por un precio bastante razonable, pero la gran mayoría de los que llenan el comedor cada mediodía opta por un menú de imbatibles 12 euros que siempre incluye algunos préstamos de la carta. La gran estrella del negocio es sin embargo el pollo a la brasa, que se vende entero con papas, ensalada, cremas y bebida por 30 euros y alimenta fácilmente a cuatro personas. Para beber, la clásica Inka Cola que causa furor en Perú, un tentador pisco sour o una chicha morada –bebida artesanal elaborada con maiz, clavo y frutas– que difícilmente encontrará en otros restaurantes de la villa.
Cevichazo
Dirección: Iturribide, 86. Bilbao
Teléfono: 642543300
Percios: Menú del día: 12 € Ceviche: 15 €. Lomo saltado: 15 €. Anticuchos: 12 €. Pollo a la brasa entero, con papas, ensalada y bebida: 30 €
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