Sissako muestra “otra cara” de la inmigración africana en la romántica 'Black Tea'

El Diario, EFE, 22-02-2024

Una década después haber logrado una nominación al Oscar por ‘Timbuktu’, un filme sobre el yihadismo, el cineasta mauritano Abderrahmane Sissako cambia de registro para mostrar “otra cara” de la inmigración africana en el drama romántico e intercultural ‘Black Tea’.

La película, que ha presentado este miércoles en competición en la Berlinale, sigue a una joven africana de Costa de Marfil (Nina Melo) que el día de su boda planta a su novio en el altar y emprende una nueva vida en China.

Se instala en Guangzhou aunque rodaron en Taiwán y encuentra trabajo en una tienda de té cuyo propietario (Han Chang) la inicia en el ritual de la ceremonia de esa bebida, a la vez que surge entre ellos una relación romántica, ensombrecida por secretos del pasado.

“Quería mostrar una cara de África que no se ve y una migración que no es necesariamente económica”, dijo Sissako en rueda de prensa. El cineasta criticó el predominio de “una mirada eurocéntrica” y aseguró que “hay mundo más allá” de Europa.

“El colonialismo nos ha hecho pobres, hay una injusticia permanente, pero estamos en un mundo globalizado y África debe abrirse a otros, está China, pero también Turquía o la India, las cosas pueden cambiar”, aseveró.

También le interesaba, en el filme, hablar “sobre mujeres en busca de libertad y su habilidad para superar dificultades”.

En cuanto a la ceremonia del té, la eligió por su simbolismo, por la importancia de los gestos y porque era una forma de que entrara en juego la seducción en un espacio íntimo, explicó.

EL ARTÍCULO CONTINÚA DESPUÉS DEL SIGUIENTE MENSAJE
Tú nos haces independientes
Solo respondemos ante socios y socias: ante personas como tú que creen que nuestro trabajo importa. Por eso, si nos lees habitualmente y crees en el periodismo con valores, pedimos tu colaboración para que podamos seguir siendo independientes. Te llevará menos de un minuto y puedes hacerlo desde aquí con cuotas que van desde 1 € al mes.

Aunque parezca una cantidad pequeña, sumada a las de muchas más personas, es lo que hace posible que existamos.
Muchas personas, con pequeñas decisiones, pueden hacer grandes cosas.

Haz posible el periodismo independiente.

Las cuestiones sobre identidad cultural e inmigración han estado siempre presentes en el cine de Sissako, responsable de títulos como ‘La vida en la Tierra’ (1998) o ‘Bamako’ (2006).

El director, de 62 años, nació en Mauritania pero de niño se mudó a Mali, el país de su padre. De ahí viajó a la entonces Unión Soviética, donde estudió cine, y posteriormente se estableció en París, donde empezó su carrera profesional.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)