Dirección y guión: Fernando Colomo. Intérpretes: Javier Cifrián, Nur Al
Le – vi, Asier Etxeandia, Ash Varrez, Lalita Ahmed y Gayathri Kesavan.
España, 2006. Duración: 95 minutos. Comedia.Vuelve Fernando Colomo a la
comedia, género que tantas alegrías le ha deparado hasta el día de hoy
(recuerden «La vida alegre», «Bajarse al moro», «Rosa, rosae» o «Alegre ma
non troppo», por ejemplo), aunque esta vez aliñada con una evidente y
bienhumorada carga social. El protagonista del filme es Caín (una gracia
del director y también guionista, porque aquí se trata del «bueno» de la
película), joven carnicero que trabaja en el barrio de Lavapiés,
redondito, tímido y sin éxito alguno entre las mujeres. Rodeado de
inmigrantes marroquíes, chinos, búlgaros y peruanos, la familia de este
trozo de pan casi se reduce a su atractivo hermano, Abel (Asier
Etxeandía), un conquistador casado y padre de dos hijas. No, un
sinvergüenza, en dos palabras, de padre y muy señor mío que, tras dejar
embarazada a una india musulmana, la abandona malamente. Ante la sorpresa
de todos, Caín decide entonces aceptar como suyo al recién nacido, y aquí
es donde empieza todo el jaleo. Cargada de «buen rollito» (lo siento, no
se me ocurre forma más idónea de definirlo) y mejores propósitos (porque
Caín termina cambiando de religión y encantado de la vida), el nuevo
trabajo de Colomo resulta, pues, una película amable (demasiado, de ahí
que evite hincarle la cámara, o lo haga de manera superficial, a según qué
asuntos relacionados con el argumento de este filme pegado a la realidad)
cuyo mayor gancho radica en sus actores, sobre todo, Javier Cifrián, un
descubrimiento llegado vía televisión, y la dulce, sensual Nur Al Levi.
Los volveremos a ver pronto en la gran pantalla.
   lo mejor: un
entrañable Javier
   Cifrián y Nur Al Levi; ambos forman una
pareja con química
   lo peor: el tono de «buen rollito» que posee
esta historia de tolerancia e integración