Fernando Grande-Marlaska se ha dado una de cal y otra de arena en su tránsito por los reveses del caos migratorio que asfixia Canarias. Ha reconocido, de manera tibia, que tiene un problema y que lo toma como un “complejo desafío” pero al tiempo se ha felicitado por la dirección que quiere seguir su ministerio en el futuro para dar respuesta a la crisis y que pasa por reforzar la cooperación con los países de origen.

El ministro se ha consolado aludiendo a que no es un problema exclusivo de España, si no de la Unión Europea. Canarias soporta el 80% de la inmigraciónirregular en España. Y un dato ilustrativo: de los 55.000 migrates registrados en 2023, 40.000 se situaron en las islas.

Grande-Marlaska ha comparecido en el Senado para explicar su plan sobre la inmigración pero no ha profundizado en el drama que se vive en la isla de El Hierro donde ya hay más de 1.300 migrantes y se ha mostrado ajeno ante la severa desnutrición en las plantillas de la Policía Nacional y Guardia Civil en Canarias para hacer frente a las llegadas masivas.

El ministro ha intentado desviar la situación de asfixia apoyándose en planes de futuro todavía por definir y en el fomento de la cooperación con los países de origen.

Grande-Marlaska ha obviado elementos tan nucleares en su gestión como son las resoluciones judiciales en su contra la Justicia determinó hace tres semanas que vulneró la ley con la expulsión de menores marroquíes de Ceuta en 2021 y la crisis de los solicitantes de asilo en el aeropuerto de Barajas.

El ministro se ha esforzado en centrar su discurso en la defensa de la estructura de su trabajo y ha alejado de su ministerio las reivindicaciones y las críticas que acumula por parte de la Policía Nacional y la Guardia Civil.

“Estamos haciendo un importantísimo esfuerzo para dotar a las islas de los recursos necesarios para hacer frente a esta situación”, ha dicho. Después, ha hablado de un aumento de las plantillas que, según los propios agentes, sufren una desnutrición severa. “Hemos aumentado las plantillas de Policía y Guardia Civil casi un 12% desde 2018”.

“Somos conscientes del volumen de llegadas y constituye una absoluta prioridad y no sólo para España, si no también para la Unión Europea” .

En la recta final de su intervención, el ministro del Interior se ha referido al tema de la inmigración irregular como un “desafío complejo” para el que no hay soluciones “mágicas” y en el que España “no es un caso aislado”, y ha rechazado que el repunte de llegadas de migrantes a Canarias sea consecuencia del pacto europeo de Migración y Asilo alcanzado hace un mes.

Así, ha defendido una vez más el pacto europeo de Migración y Asilo alcanzado hace un mes bajo la presidencia española del Consejo de la Unión Europea como un “logro extraordinario”.

Ha pedido “responsabilidad” y “seriedad” a la hora de valorarlo, frente a las voces que han vinculado el repunte de llegadas a Canarias como una consecuencia de este pacto.

El ministro ha subrayado que, “a diferencia de la insistencia de algunos”, la causa de la evolución de la presión migratoria no es el denominado “efecto llamada”, sino que la presión migratoria procedente de África es “estructural” y esta motiva por factores de carácter socio-económico.
A esto ha añadido “cuestiones coyunturales” de ciertos países, como el deterioro de la situación interna en países como Senegal, Mali o Guinea Conakry, el golpe de Estado en Níger y las catástrofes naturales como los terremotos en Marruecos y las inundaciones en Libia.

Su comparecencia fue solicitada por el senador popular por Gran Canaria, Sergio Ramos, con el propósito de que dé respuesta a las cuestiones derivadas de la crisis migratoria.