«En Lanzarote tienen a guardias vigilando las costas como perros día y noche y luego no tienen medios para actuar», denunciaban ayer a este periódico agentes de la Guardia Civil. El «problema», cuentan, es que las mafias de la inmigración están utilizando la isla para introducir droga, algo que «sucede desde hace años», pero que se ha recrudecido ahora con el incremento de la llegada de barquillas al Archipiélago. Hace tan sólo dos días, relatan, el radar del Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE) con que cuenta la isla detectó una embarcación de alta velocidad en la zona conocida como Los Cocoteros, al noreste de Lanzarote. «Dieron la orden de salir a interceptarla, pero los encargados de la única patrullera que hay en estos momentos no consideraron oportuno ir a su encuentro». La excusa, «que sólo se emplea para otros servicios». El resultado, «la descarga de un alijo». Aunque por el momento se desconoce qué tipo de droga y la cantidad «porque la operación sigue abierta».
«Ahora no hay medios prácticamente, y los pocos que hay no se destinan a estos fines». Dos de las patrulleras de la Guardia Civil en las Islas han sido derivadas a Lanzarote desde que comenzaron las vacaciones del presidente, según los mismos informadores. Una de ellas «está averiada porque sufrió una vía de agua en una salida que había previsto Zapatero y su familia a la isla de La Graciosa»; la otra «está operativa, pero no para lo que debería estar».
Pero éste no es el único problema. «El radar del SIVE móvil sólo puede controlar un 20 por ciento de la superficie de la isla». En estos momentos, «se encuentra en el municipio de San Bartolomé porque desde allí controla la zona próxima a donde reside Zapatero; es lógico que haya que reforzar su seguridad, pero sin dejar la isla al descubierto en otras cuestiones».
La ausencia de patrulleras y el «bajo radio de acción» del radar dificultan, cuentan, la lucha contra las mafias de la inmigración ilegal. Según relatan, los agentes que trabajan en la isla encuentran del orden de dos pateras vacías al mes en las costas conejeras. Aunque durante este año, han sido muchas más las que han sido localizadas de esta manera en Lanzarote. Sólo en los últimos días han encontrado cuatro pateras.
Estas embarcaciones, que parten de Marruecos, «suelen llegar con grupos de entre tres y seis inmigrantes y unos 700 u 800 kilogramos de hachís». Pero, denuncian, «estas son las que encuentran, porque muchas veces las que llegan son lanchas neumáticas que descargan unos 1.800 kilogramos y luego dan la vuelta».
En las costas de la isla «cuentan con personas que les ayudan, redes organizadas que se ocupan de recoger la droga y dar apoyo a los inmigrantes». En tres años han desmantelado algunas redes, pero «no han conseguido erradicarlas del todo, es muy difícil». Si a ello se suma la ausencia de patrulleras y de un sistema de detección de pateras «más efectivo, como podría ser el SIVE fijo de Fuerteventura» contemplado también para Lanzarote en los últimos planes sobre la materia elaborados por el Ejecutivo central, «en la isla se encuentran prácticamente desprotegidos». No son los únicos. En Gran Canaria, que tiene el mismo sistema que Lanzarote, «llevan veinte días sin cámara de visión nocturna en reparación y la diurna está también muy deteriorada».
Llegan 702 irregulares en 48 horas
Precisamente el último cayuco que alcanzó las costas grancanarias lo hizo ayer por la noche después de haber sido avistado por una embarcación de Salvamento Marítimo. «Si cuando el sistema está al cien por ciento ya detecta pocas embarcaciones, sin la cámara de visión nocturna se agrava la situación». En las últimas 48 horas han sido 702 los inmigrantes ilegales que han conseguido llegar al Archipiélago; ayer lo hacían 279 (seis de ellos menores) a bordo de cuatro cayucos. Dos de las embarcaciones fueron escoltadas hasta Tenerife, una hasta La Gomera y la otra a Gran Canaria.
La mayoría de los subsaharianos se encontraban en buen estado de salud, y sólo dos fueron ingresados en un hospital de la isla de Tenerife. Precisamente este martes, el Gobierno canario de Adán Martín demandaba cambios en la Ley de Extranjería para que los «sin papeles» sean ingresados inmediatamente en los centros de internamiento de las Islas y sean atendidos allí «en todos sus temas sanitarios, policiales y judiciales».
En lo que va de año ya son más de 16.000 los indocumentados que han alcanzado Canarias. Más de 9.000 han sido derivados a la Península, según fuentes policiales. «Estos días se están retomando los traslados a Madrid, Murcia, Málaga y Valencia», explicaron ayer agentes del Sindicato Unificado de la Policía (SUP).
También se han reactivado los planes de repatriación. «En los últimos días han fletado tres vuelos a Mali con 160 inmigrantes», a los que habría que sumar los 482 repatriados desde marzo a Mauritania, Senegal, Bissau y Conakry. En el caso de Mali, los traslados han tratado de pasar inadvertidos porque no existe acuerdo con este país.