LLORENÇ MARTÍNEZ – Alicante

La Guardia Civil detuvo ayer en Guardamar del Segura a dos porteros de una discoteca, ambos de nacionalidad búlgara, a los que se acusa de propinar una paliza a un marroquí de 26 años tras una discusión. El joven magrebí, vecino de Guardamar, ya ha abandonado el Hospital de la Vega Baja, en Orihuela, donde había sido ingresado con lesiones de gravedad. El Ayuntamiento niega que se trate de una agresión racista.

Faltaban veinte minutos para las seis de la madrugada del pasado martes cuando la víctima y tres amigos, también magrebíes, intentaron entrar en la discoteca Barlovento, según fuentes próximas a la investigación. El grupo comenzó a discutir con los porteros del local, ubicado en el polígono Santa Ana. Los ánimos se caldearon y los jóvenes comenzaron a lanzar piedras contra los empleados de seguridad antes de fugarse.

Los porteros les persiguieron y alcanzaron a la víctima en el cruce de la calle Ingeniero Mira con la plaza Abastos, en el centro de la localidad, donde comenzaron a propinarle golpes hasta que la conductora de una ambulancia que pasaba casualmente por esa zona vio lo que sucedía y detuvo su marcha.

La sanitaria llamó al teléfono de Emergencias y la Policía Local acudió hasta el lugar de los hechos. Los agresores ya se habían marchado y los agentes trataron de localizarlos sin éxito. La víctima recibió las primeras curas en el centro de salud local antes de ser trasladado al hospital.

El concejal de Seguridad, Manuel Zaragoza, admitió que la agresión al joven magrebí constituye un incidente “grave”, aunque puso en duda que tenga tintes racistas.

No es la primera vez que Guardamar del Segura sufre episodios violentos. En agosto de 2000, dos jóvenes de 18 y 20 años recibieron palizas a manos de neonazis.