La colombiana Marinela Morales obtendrá el pasaporte español después de tres años de dedicación a las Fuerzas Armadas marinela Morales entró en el Ejército el 7 de abril de 2003. Se alistó en la Brigada Paracaidista y está en la sección de defensa anti – carro. Maneja con soltura el
Tow
, un pesado misil teledirigido contra vehículos enemigos. Su padre trabajó en el Ejército de Colombia y, aunque al principio fue una sorpresa, está “muy orgulloso” de su hija. Ella es una de los 126 militares que pronto obtendrá la nacionalidad española.


Morales eligió la Bripac por los saltos. “Son lo mejor de todo”, asegura al tiempo que lamenta que lo peor es que “se te pasa muy rápido todo”. Reconoció que al principio todo resultó “un poco extraño”, pero que, gracias a sus compañeros, su adaptación fue fácil porque “nunca te sientes sólo”. Entre los soldados de 18 nacionalidades latinoamericanas que conviven en las Fuerzas Armadas la relación es “muy buena”.


Morales estuvo dos meses en Afganistán encargada de la custodia de las urnas en las elecciones de aquel país. La misión, explica, “no fue peligrosa, no tuvimos ningún problema”. La gente se acercaba a los soldados para “agradecernos” la presencia.


Ante situaciones límite, Marinela sostiene que “no tendría miedo” porque “confío en los mandos y haría lo que me ordenasen”. Para la paracaidista, estar en el Ejército es “una gran oportunidad”, de lo que está “orgullosa”. “A España la quiero como si fuese mi propia patria y si me toca dar la vida por ella, la doy”, dice segura.