Pamplona. Una veintena de inmigrantes subsaharianos que han llegado en los últimos meses en pateras o cayucos a las costas canarias han sido acogidos en Navarra en el marco de un programa, auspiciado por el Ministerio de Asuntos Sociales, que patrocina el Gobierno de Navarra y en el que colabora el Ayuntamiento de Pamplona. El programa de acogida temporal para inmigrantes adultos, como así se denomina, se prolongará hasta el 31 de diciembre y prevé atener a 60 inmigrantes. Vienen de Senegal, Gambia, Mali…; han superado un periodo de 40 días en un centro de internamiento y se encuentran ya en Pamplona. Cada tanda, de unas diez personas, permanecerá en torno a un mes entre nosotros. Conchi Igea, responsable de Intervención Social de Cruz Roja, explica que el programa, en principio, se prolongará hasta el 31 de diciembre y consiste en prestar un servicio de acogida en dos pisos para 10 personas que ha cedido el consistorio pamplonés. Se les enseña castellano y habilidades sociales.

Cruz Roja, que fue la única institución que se presentó a la convocatoria hecha por el Gobierno de Navarra y tiene experiencia en este acogimiento desde hace diez años cuando llegó un grupo de diez africanos que logró trabajo aquí. Ha recibido para los seis meses una subvención de 80.000 euros. “Este dinero se reparte entre los gastos de personal – hay una responsable, Macarena Eseverri, y dos educadoras, Margarita Ezcurra y Amaya Arana – y los gastos de manutención y otros que puedan requerir los inmigrantes”.

Cruz Roja se ha comprometido a acoger a 60 inmigrantes hasta diciembre, diez al mes “pero los cálculos no pueden ser matemáticos. Hay personas que piden marcharse antes porque tienen algún contacto y otros piden prolongar su estancia. Estamos atendiendo a personas; no se puede retener a nadie. Por su parte, hay unas normas internas de convivencia que deben cumplir”.

Hasta el momento, el programa está resultando un éxito. “Son encantadores y agradecidos. Nos ha sorprendido lo respetuosos que son”, asegura Macarena Eseverri. “Llegan a Canarias y antes o después de su ingreso en un centro de internamiento 40 días, algunos son repatriados, según el país de origen y los convenios que tengan con el Estado, y otros enviados a centros como el nuestro repartidos por el país”.

Son personas sin papeles, están en situación irregular y de su futuro poco saben en Cruz Roja. “Es el Estado el que deberá dar una solución. En nuestro caso se trata de una labor humanitaria y solidaria. Tratamos de facilitarles la vida. En definitiva, en lo más importante, en lo básico, en el humor o en la forma de entenderte no hay tantas diferencias con nosotros”. Insisten en Cruz Roja que “se han jugado la vida para venir aquí a trabajar y no les merece la pena jugársela metiéndose en líos”. Lamentan que “muchos vienen sin hacerse a la idea de que antes de trabajar tienen que conseguir un permiso. Por eso les informamos también sobre la situación legal”.