Sunak sofoca la rebelión entre los «tories» tras aprobar ley de deportaciones a Ruanda
El primer ministro británico logra que el Parlamento pruebe la medida en primera votación
La Voz de Galicia, , 13-12-2023ishi Sunak seguirá durmiendo en el 10 de Downing Street, al menos por ahora. El primer ministro británico logró ayer sofocar la rebelión que se venía cocinando dentro del Partido Conservador, debido al proyecto de ley que declara a Ruanda como un «país seguro» para recibir a inmigrantes ilegales. En la noche de este martes, el mandatario consiguió que el Parlamento aprobase, en primera votación, el texto, con el que espera blindar el tratado que recientemente firmó con el país africano y así comenzar a enviarle, de una vez por todas, a los simpapeles que arriben al Reino Unido.
Un total de 313 parlamentarios votaron a favor del texto frente a los 269 que lo rechazaron. Aunque el Gobierno consiguió su objetivo por 44 votos de ventaja, el resultado expone el malestar que hay en un sector de los tories, cuya bancada está integrada hoy por 350 legisladores.
Sin embargo, los esfuerzos realizados por el premier, quien pasó las últimas 24 horas llamando por teléfono a diputados de las cinco grandes familias que conforman a los conservadores y reuniéndose personalmente en Downing Street y en la sede del Parlamento con los más reacios a apoyar el proyecto, conseguir su apoyo o al menos que no se opusieran, parecen haber rendido frutos. De acuerdo con los registros de la Cámara de los Comunes, ningún tory votó en contra del Gobierno, ni siquiera lo hicieron la exministra del Interior, Suella Braverman; o el exsecretario de Inmigración, Robert Jenrick, quienes han fustigado la iniciativa con dureza. Los críticos optaron por abstenerse y en total lo hicieron 37.
Comprando tiempo
Sunak festejó el resultado diciendo que su iniciativa otorga al pueblo británico la última palabra en relación con «quién puede venir a este país», al tiempo que se la quita a «las bandas criminales y a los tribunales extranjeros».
Sin embargo, la victoria del premier está lejos de ser definitiva. Desde sectores como el Grupo de Investigaciones Europeas, que agrupa a los diputados conservadores más «brexiteros», advirtieron que, si el texto no es modificado, votarán en contra de él más adelante. Una amenaza que también vertieron legisladores de otras facciones.
«Estamos de acuerdo en que el proyecto de ley es defectuoso tal como está. No creemos que sirva para detener a los botes, pero puede ser enmendado», dijo la diputada Miriam Cates, de la agrupación Nuevos Conservadores. El Gobierno dijo que está dispuesto a aceptar restringir más el papel de los jueces británicos a la hora de decidir las deportaciones, pero no el del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, algo que demandan los legisladores más radicales.
Mientras el texto era debatido y las negociaciones para sacarlo adelante continuaban, el país se conmocionó con la noticia de que un inmigrante que había sido enviado a la polémica barcaza Biby Stockholm se había suicidado.
(Puede haber caducado)