El suicido de uno de los solicitante de asilo alojados en el ‘Bibby Stockholm’ incrementó este martes la controversia en torno al barco atracado en Dorset donde el Gobierno ha mandado a inmigrantes llevados por vías irregulares como parte de su estricta política de inmigración.
Downing Street defiende que este “alojamiento alternativo” es más barato que los hoteles que se utilizan ahora para albergar a los alrededor de 51.000 solicitantes de asilo, con un coste al contribuyente de cerca de seis millones de libras por día. Pero la oposición en Westminster y ONG denuncian un “trato inhumano”.

El barco fue desplegado el pàsado mes de agosto, aunque tras un primer traslado fallido por un brote de legionela, no comenzó a operar como albergue de forma continua hasta el mes de octubre.