La construcción de la sirga tridimensional y la «magnífica» colaboración de Marruecos están consiguiendo, en opinión del delegado del Gobierno en Melilla, José Fernández Chacón, sellar la frontera.

Aunque estas medidas no pueden garantizar la erradicación de los intentos de entrada, por ser la ciudad uno de los accesos a Europa con mayores ventajas orográficas, sí permitirán que no vuelvan a producirse las avalanchas que se vivieron durante el verano de 2005. En opinión de Fernández Chacón, la presión migratoria se ha reducido en Melilla hasta estancarse en un 10 por ciento respecto al año pasado y se ha materializado en un «goteo constante». Y es que, los esfuerzos del Gobierno de la Nación, que ha hecho lo «indecible» por solucionar el problema y contener la entrada terrestre y marítima, sumados a los acuerdos que se firmarán el futuro en materia de repatriaciones, van a permitir que «disminuya la inmigración clandestina».

Una de las claves que en mayor medida ha influido para que remita la crisis ha sido, según el delegado, el hecho de que el Gobierno central ha implicado a todos los países europeos dando al problema una dimensión europea.

Además, la política exterior de colaboración con Marruecos, a cuyo Gobierno no «se le paga nada» desde España para proteger la frontera, ha sido muy positiva para ambos países. En cuanto a las muertes con las que se han saldado, en ocasiones, algunos intentos de entrada, Fernández Chacón recordó que Marruecos es un Estado soberano con el que España ha mejorado sus relaciones por «necesidad mutua» y por los lazos históricos que les unían.

En este sentido, y al margen de que no pueda más que lamentarse cualquier muerte que se produzca, el delegado recordó que la obligación del Gobierno es hacer de la frontera un paso «inviolable».