Cambios urbanísticos y demográficos

La Verdad, 13-08-2006

El desarrollo inmobiliario acelerado, unido a un aumento igualmente elevado del número de habitantes de la Región en poco tiempo, empiezan a originar no pocos interrogantes y algunas inquietudes. Según un informe de la escuela de negocios IESE, entre el año pasado y el 2007 se construirán más de 83.600 viviendas, de las que casi la tercera parte estarán situadas en los municipios costeros.

Es previsible que el turismo residencial se dispare, fundamentalmente el británico, que tiene especial predilección por el hasta ahora poco explotado litoral murciano, y se produzca el efecto llamada en otros países, especialmente entre los jubilados alemanes y franceses. Este desarrollo turístico residencial, bien planificado y dirigido, puede ser positivo, – en algunos aspectos, muy positivo – para la economía y para la imagen exterior de Murcia.

Igualmente es previsible que sigan llegando inmigrantes legales a empresas de la Región, debido a la expansión prevista para los próximos años. Habría que contar también entre los nuevos residentes – a propósito del efecto llamada – , con las oleadas de ilegales que arriban y seguirán haciéndolo desde Canarias o Andalucía, casi todos sin destino, aunque finalmente son muchos los se quedarán entre nosotros.

Empresarios, técnicos y responsables políticos deberán preparar las condiciones urbanísticas y el resto de servicios básicos para tan numerososos asentamientos.

Un dato más a tener en cuenta en este breve ejercicio prospectivo – urbanístico – demográfico es el elevado número de niños nacidos en la Comunidad desde hace unos pocos años, tras el largo periodo de vacas flacas en que la población se había estabilizado en un millón de habitantes. Por unas u otras razones, se espera que el número de nuevos murcianos (de hecho o de derecho) aumente en unos 250.000 hasta el a finales del 2007. La presión urbanística y la demográfica en algunas zonas demandan ya la mejora de ciertos servicios. Es previsible que en los próximos años se agudicen las carencias e insuficiencias, por lo que parece conveniente planificar, diseñar y, en su caso, corregir globalmente el desarrollo de determinadas utilidades públicas, sobre todo las que afectan a luz, gas, agua, etc, para garantizar un abastecimiento suficiente a la población en todo momento.

Es de prever que el plan estratégico de la Región para el 2007 – 2013, en donde se mencionan algunos de estos problemas, trace en su momento los posibles escenarios a medio y largo plazo con soluciones efectivas. Sería una buena forma de no ir a remolque de los acontecimientos y de responder con hechos a determinadas voces, en ocasiones demasiado estridentes.

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