«Buenas tardes. Quisiera que me informe de cómo puedo abortar.» Ésta es la frase que, desde que se despenalizó el aborto en España, se ha repetido en miles de ocasiones en los centros de atención primaria o en las clínicas privadas que cuentan con autorización. En estos últimos años, ésta parece ser la solución que más a mano encuentran las inmigrantes de la Región, cuya tasa de embarazos es también superior a la de las españolas.

Con el fin de obtener información, una redactora de La Verdad acudió a dos de los centros que están autorizados a practicar abortos en la Región. La periodista planteó en ambos centros la misma situación: «No sé si realmente lo haré, pero quiero que me explique en qué consiste la interrupción antes de los tres primeros meses». En ambos casos, no hay trabas. La respuesta se repite. Tres supuestos legales y tres métodos para abortar. «Si estás de menos de siete semanas y eres menor de 40 con el método farmacológico se puede poner fin al embarazo.» Este método consiste en la toma de dos dosis del fármaco RU486 y dos revisiones rutinarias para comprobar que todo está en orden y su precio medio ronda los 420 euros. «Si por el contrario estás de más de siete semanas sólo te quedan los métodos quirúrgicos. Uno es el método de sedación o con anestesia local.» El método de sedación cuesta poco más de 390 euros y como su nombre indica consiste en dormir a la paciente levemente a través de un fármaco indicado para el efecto. En cualquier caso, si la paciente tiene un RH negativo, tiene que pagar 65 euros más. La situación es bastante cotidiana para estos profesionales, que repiten el mensaje como si de un contestador se tratase: «La intervención es muy sencilla, sólo dura unos diez minutos y no tiene porque haber riesgo de que algo salga mal».Una vez que le sean realizadas una serie de pruebas ginecológicas, un psiquiatra valorará su estado psíquico y determinará si la mujer está realmente preparada.