Huelga feminista en Vitoria

Miles de personas recorren las calles de Vitoria para pedir «un sistema de cuidados público»

Una multitudinaria manifestación cierra una huelga feminista con seguimiento dispar

El Correo, José Manuel Navarro | Jon Ander Goitia | Ikram El Aarrass | Sara López de Pariza, 01-12-2023

Miles de personas han puesto esta tarde el punto final a una jornada de huelga con seguimiento dispar en Álava. En una jornada de paros sin grandes afecciones en la empresa privada y con un impacto dispar en el sector público, el movimiento feminista y los sindicatos han sacado músculo en la manifestación que esta tarde ha recorrido las calles de Vitoria.

Sin cifras oficiales de asistentes, en Vitoria el Movimiento Feminista de Euskal Herria sí que ha conseguido aglutinar a miles de personas en su marcha desde la Plaza San Antón hasta la Virgen Blanca con un fin: reclamar «un sistema de cuidados público».

Ese ha sido el ‘leitmotiv’ del manifiesto leído ante una Plaza de la Virgen Blanca abarrotada, donde responsables del movimiento feminista han denunciado la «privatización» de los cuidados en la comunidad autónoma, convertidos hoy, a su entender, en un «negocio» que recaen «en mujeres migrantes y racializadas». Las internas que trabajan en labores del hogar han sido uno de los principales focos de la huelga y también han tenido protagonismo en el último discurso antes de poner fin a los paros. «Las empleadas del hogar e internas no tenemos muchos derechos reconocidos y los pocos que tenemos no se nos respetan», ha destacado una de las mujeres encargadas de leer el manifiesto final.

Los cuidados y la situación de quienes los ejercen han estado en el centro del discurso sindical y feminista, pero también de quienes necesitan de esos cuidados hoy. Helena Espizua, integrante de Eginaren Eginez la asociación de personas con discapacidad física de Álava ha destacado «la respuesta importante» de la ciudadanía en una «jornada de lucha y reivindicativa», pero ha matizado que «tenemos que seguir así».

La manifestación ha puesto el broche a una jornada que ha arrancado a primera hora con incidentes, pero en el que el impacto de la huelga no ha provocado grandes problemas a la empresa privada y se ha diluido en el sector público fuera de la educación y el transporte según las cifras del Gobierno vasco, lejanas al «amplio seguimiento» que han señalado los convocantes de la huelga. Según las cifras de Lakua, el impacto en empresas y servicios públicos ha sido de un 40% en Educación frente al 5,71% en la red alavesa de Osakidetza o el 13% en el ámbito de la administración.

En el caso del sector educativo en la capital alavesa, las cifras incluso han oscilado mucho entre colegios. En algunos la incidencia ha sido mínima, incluso ninguna, mientras que en otros han faltado la mayoría de profesores y la rutina se ha visto alterada. En varios centros públicos de Vitoria algunas familias han optado por no llevar esta mañana a sus hijos al no estar presente el profesorado. La situación, en cambio, ha sido muy diferente en centros concertados como Niño Jesús, Carmelitas o Vera Cruz; en los dos primeros ningún docente ha secundado los paros y en el tercero han sido cinco. En el caso de San Viator, por ejemplo, este jueves han faltado solo cuatro educadores de una plantilla de 100, en Urkide un 9% del personal y en Egibide un 10%. En Marianistas han faltado «unos pocos alumnos/as y 2 trabajadores/as».

Incidentes a primera hora
El momento más tenso de la jornada se ha vivido en la fábrica de Michelin. En el cambio de turno a las 6:00 horas se ha organizado un piquete en la entrada a la factoría de Zaramaga. Un grupo ha intentado impedir el acceso de los trabajadores, lo que ha obligado a intervenir a la policía autónoma. Durante los enfrentamientos, la Ertzaintza ha detenido a dos personas acusadas de «desorden público». Hora más tarde, ambas han sido puestas en libertad.

Poco después, a las 7.00 horas de la mañana varias decenas de personas han llevado a cabo una sentada en la rotonda de América Latina. Como consecuencia de ello, la principal puerta de entrada a la ciudad se ha cerrado al tráfico durante una hora. Alrededor de las 8.00 horas la columna humana ha emprendido la marcha hacia la sede del Gobierno vasco. En Lakua cinco mujeres se han encaramago a la valla con una escalera para desplegar una pancarta con el mensaje ‘Utzi zaintzak pribatizatzeari (dejen de privatizar el cuidado)’. La Ertzaintza les ha identificado una vez han bajado del muro.

Los piquetes de primera hora han llegado cortes al tráfico e importantes retenciones en varios puntos de la ciudad, como en Jacinto Benavente donde la caravana llegó hasta la calle Madrid. El BEI solo circuló durante unos minutos en sentido Iturritxu hacia Salburua al comienzo de la mañana, pero más tarde se recobró la normalidad. En el centro, un grupo de encapuchados volcaron antes del amanecer varios contenedores, cortando la circulación. Un autobús de Tuvisa tuvo que esquivar varios contáiners para poder continuar la marcha.

La presencia de huelguistas también se han dado, fuera de Michelin, en la factoría de Tubacex, en el centro comercial de Gorbea y en Mercedes. Los paros incluso han llegado a ralentizar actividades en firmas como DHL o Pepsico, aunque para mitad de mañana todas las grandes empresas trabajan sin inconvenientes. En Mercedes, varias decenas de personas han cortado el paso de vehículos al grito de «gora borroka feminista». La Policía Local ha tenido que acudir a este punto, pero no se han dado incidentes. En el HUA Txagorritxu también se han llevado a cabo concentraciones para denunciar la problemática del cuidado. Asimismo, dos unidades de los autobuses municipales de Tuvisa han amanecido con pintadas y pegatinas pegadas en los cristales.

Caceloradas y marcha a mediodía
Tras el arranque netamente laboral de primera hora, las caceroladas han tomado los barrios de Vitoria. Los vecinos han salido a los balcones para protestar de manera ruidosa contra el cuidado, mientras decenas de personas se han concentrado en la Virgen Blanca. «Queremos poner la vida y los cuidados en el centro, por eso reivindicamos un sistema de cuidados público», ha manifestado Hizaskun Beitia, bajo una densa lluvia que no ha frenado a los presentes.

La columna humana ha recorrido el centro de la ciudad en una marcha que se ha detenido frente a una residencia de estudiantes en la calle Florida. Los asistentes han sacado unos pañuelos naranjas para protestar por aquellas trabajadoras que no han podido secundar la huelga al estar obligadas a trabajar por los servicios mínimos establecidos. Minutos más tarde, han reemprendido la marcha que ha llegado a distintos puntos de la ciudad.

Las huelguistas han leído un manifiesto frente a la oficina de Lanbide donde han subrayado la necesidad de estas movilizaciones para reivindicar una mejora en los cuidados de calidad. «Esto es el comienzo, entre nosotras debemos apoyarnos y luchar por nuestros derechos». «Para estar en primera linea alguien tiene que cuidarnos», han reivindicado los convocantes, que a esa hora ya han hecho un balance «positivo» de la jornada.

Fuera del Gobierno vasco, en el resto del sector público también se ha dado un seguimiento desigual, como en el caso del Ayuntamiento de Vitoria. En escuelas infantiles 31% de la plantilla se ha acogido al paro, mientras que en las instalaciones públicas solo un 2% ha secundado la huelga. Y en los departamentos municipales, un 5-6% de los trabajadores no ha acudido a su puesto.

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