Fabián Salvioli, Catedrático y relator de la ONU
«O se elige el camino de los derechos humanos o se opta por la ley de la selva»
«Hamás debe ser repudiado plena y absolutamente» mientras Israel tiene que «acatar la ley internacional», dice el representante de Naciones Unidas
Diario Vasco, , 01-12-2023Fabián Salvioli (La Plata, Argentina, 1963) es catedrático de Derechos Humanos en la Universidad Nacional de su ciudad natal, actividad que compagina con su puesto como relator especial de Naciones Unidas sobre la promoción de la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición. Atiende a este periódico en Bilbao, donde ha participado en una conferencia organizada por el Colegio de Abogacía, la Universidad del País Vasco y la oficina del Ararteko (Defensor del Pueblo vasco) con motivo del 75 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
– ¿Debería actualizarse esa declaración o considera que sigue vigente?
– La declaración tiene plena vigencia y también los tratados internacionales de derechos humanos. Lo que debe actualizarse es el compromiso de los estados por respetarlos y garantizarlos.
– ¿Está muy extendido ese incumplimiento?
– Estamos viviendo una etapa de retrocesos. Pero los derechos han sido consagrados y no se pueden derogar. Los Estados los tienen que garantizar.
– ¿Dónde aprecia esos retrocesos?
– En el aumento de gobiernos que ponen en tela de juicio conquistas como los derechos de las mujeres, o que menosprecian su obligación en materia de derechos sociales. Ni qué hablar en conflictos armados, en los que las víctimas quedan focalizadas en la población civil.
– Eso sucede en Gaza. Acabamos de ver una tregua para el intercambio de rehenes y prisioneros. ¿Confía en una resolución pronta del conflicto?
– Creo en la solución pacífica de las controversias. Ahora, naturalmente es inaceptable la forma de actuar de Hamás. Creo que debe ser repudiado plena y absolutamente. Y, al mismo tiempo, creo que Israel debe acatar la ley internacional en las medidas que tome. Son obligaciones indelegables.
– ¿Qué opinión le merece la actitud de Pedro Sánchez en su gira por Oriente Medio? Ha puesto de relieve ambas cuestiones que usted señala pero le ha costado un conflicto diplomático con Israel.
– No tengo opinión en relación a los posicionamientos políticos de unos u otros. Eso me da igual. Yo me coloco siempre del lado de las víctimas. Pero ojo. Al mismo tiempo, le exijo a Israel, como le exijo a todos los estados del mundo, que cumpla sus obligaciones en materia de derecho internacional, de los derechos humanos y del derecho humanitario.
– ¿Cree que la solución de los dos estados es realista?
– No lo sé. No soy un especialista en esta materia. Pero hay que encontrar una vía de solución pacífica y duradera.
– Se lo pregunto porque es una resolución de Naciones Unidas de hace casi 60 años y que nunca se ha cumplido.
– Yo pertenezco a un procedimiento especial de Derechos Humanos de Naciones Unidas que no se vincula con el Consejo de Seguridad ni con la Asamblea General. Mi mandato tiene que ver con otros temas.
– La ONU se ha mostrado incapaz de evitar conflictos armados. ¿Cree que su imagen, sobre todo de cara a las generaciones más jóvenes, está debilitada?
– Es factible. Aunque el problema no es de la organización, sino de los estados que la componen. Me parece que hay que recuperar los valores de la comunidad internacional y cooperar para garantizar los derechos humanos a todas las personas sin discriminación. Eso es lo que debe guiar la política exterior de todos los estados. En la medida en que la organización sea más interestatal que internacional, las cosas fracasan. Ahora bien, no hay otra vía. O se elige el camino de la paz y los derechos humanos o se elige la ley de la selva.
«Falta de ética»
– Un elemento importante en esa convivencia es la gestión de los flujos migratorios. Europa no ha conseguido ponerse de acuerdo para una política migratoria común. ¿Qué opina?
– Me parece una tragedia. No son debates teóricos; cuesta vidas en el Mediterráneo y en distintos lados. Por eso es tan pertinente rediscutir los valores que emanan de la Declaración Universal de Derechos Humanos y por eso es importante el evento organizado por el Ararteko y la Cátedra Unesco de la UPV. Debemos funcionar como familia humana.
– Alemania reducirá las prestaciones económicas a solicitante de asilo; Reino Unido e Italia quiere enviarlos a otro país mientras se tramita su solicitud…
– Con políticas de endurecimiento no se soluciona nada. Lo que hay que hacer es promover más democracia y más garantías de derechos en todo el mundo. Migrar es una tragedia. Y a quien sufre ya la tragedia de migrar no hay que sumarle otras más.
– Europa también fue migrante…
– Mi país ha recibido a muchos europeos. Y la recepción fue de puertas abiertas.
– ¿Qué cree que ha cambiado desde entonces?
– Un modo de vida que promueve el individualismo, el egoísmo, el éxito personal, la competencia feroz. La falta de ética. No hay posibilidad de tener un mundo seguro si cuatro quintas partes de la población tiene privados sus derechos más básicos. Y también la distorsión del concepto de libertad. La libertad no puede ser aquello que permite al más poderoso arrasar al más débil. La libertad requiere de una base de igualdad y de un tratamiento como iguales. Los derechos humanos son fundamentales. Y es obligación de los estados garantizarlos. Yo ya no creo más en izquierdas o derechas. Para mí los estados se dividen en resultados en torno a cómo garantizan esos derechos humanos.
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