Doble crimen en Madrid
El juez absolvió al asesino de la madre y la hija: «Sin testigos no hay certeza de agresión»
La mujer muerta en Madrid llegó a tener protección policial por malos tratos durante algunas semanas de 2020, pero se le retiró después de que ella misma se desdijera de sus acusaciones contra su pareja
Diario Vasco, , 28-11-2023Un hombre asesinó a puñaladas la madrugada de este lunes a su hija de cinco años y a la madre de la pequeña, de 25, en su vivienda del número 62 de calle Jacobeo, en el distrito de Carabanchel, en Madrid. La mujer había estado incluida en el sistema VioGen y su pareja había tenido en el pasado una orden de alejamiento tras dos denuncias de malos tratos en el verano de 2020, pero ambas medidas se retiraron cuando solo semanas después de esas agresiones la mujer se desdijo de las acusaciones contra su pareja. «Sin testigos no hay certezas de la agresión», posteriormente el juzgado, absolviendo de todos los cargos al agresor ya en diciembre del año pasado.
La pequeña fue degollada, mientras el cuerpo de la mujer, encontrado en el garaje del inmueble, presentaba hasta nueve heridas torácicas y en diversos puntos del cuerpo, algunas de ellas mortales con afectación cardiaca. Los efectivos del Samur 112, que acudieron a la casa después de la media noche, solo pudieron certificar la muerte de ambas.
Además, los sanitarios atendieron al agresor de 26 años, que también se encontraba en la vivienda, con heridas de arma blanca en el cuello. El hombre, pareja y padre de las víctimas y que supuestamente había intentado suicidarse, fue llevado al Hospital 12 de octubre en estado grave y detenido allí por la Policía Nacional. Es así el segundo asesinato machista en 24 horas en la Comunidad de Madrid.
Según fuentes del caso, se cree que el asesino, Jhoel Antonio Salvatierra Altuna, que vivía en la segunda planta del mismo edificio que sus víctimas, accedió de madrugada a la vivienda de la madre y la hija, en la tercera planta, haciendo uso de una llave que guardaba.
Directamente habría entrado al dormitorio donde estaba la madre, Tatiana Beatriz Ascoy Torres , que en un primer momento logró zafarse del asesino y bajar en el ascensor hasta el garaje del inmueble desde donde, incluso, logró llamar a la policía antes de ser atrapada por su asesino.
Mientras la mujer agonizaba, el individuo habría vuelto a subir al domicilio su pareja para asesinar a la menor, al que degolló mientras dormía en su cama.
Todavía con vida
Cuando los agentes llegaron al garaje todavía encontraron con vida a la mujer, que les pidió que subieran a su casa porque creía, que el agresor había vuelto al domicilio y que allí, además de la hija de ambos, había dos niños más y otro matrimonio, con los que las víctimas compartían la vivienda. Cuando los funcionarios accedieron al inmueble encontraron al asesino desangrándose, pero aun vivo, en el salón, a la pequeña sin vida tendida sobre la cama y a los cuatro miembros de la otra familia sanos y salvos porque se habían refugiado en una habitación al oír los gritos.
Según la familia de la mujer asesinada, la pareja estaba en trámites de separación. La víctima según la documentación a la que ha tenido acceso este periódico en el pasado sí que llegó a tener medidas de protección a cargo de la Policía Municipal.
El 15 de septiembre de 2020, un juzgado de la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz, donde vivían entonces víctimas y agresor, impuso un alejamiento y otras medidas cautelares a Salvatierra y dispuso protección policial a Tatiana Beatriz, después de que ésta denunciara a su marido por dos agresiones, una en julio de ese año, y, la más grave, el 6 de septiembre de 2020, en el que según la ahora fallecida hubo incluso «amenazas con cuchillos».
Sin embargo, aquellas medidas de protección duraron solo un mes y medio. El 30 de octubre de 2020, el juzgado de Violencia Sobre la Mujer 4 de Madrid las levantó porque la propia mujer aseguró que había denunciado para «intentar evitar que el investigado se llevara a su hija a Perú, pues en aquellos días tuvo conocimiento de la intención de él de regresar a su país y temió que pudiera llevarse a la niña».
En esas seis semanas de septiembre y octubre de 2020, Tatiana Beatriz estuvo incluida en el sistema VioGén, en el que fue calificada como un caso de riesgo alto, motivo por el que tuvo «unas medidas de protección muy elevadas».
Absuelto definitivamente
Posteriormente, 1 de diciembre de 2022, el asesino fue absuelto por cargos por violencia machista. El Juzgado de lo Penal 37 de Madrid, después de que la propia víctima se negara a pedir cárcel para el agresor y se volviera desdecir de sus acusaciones anteriores, esta vez en plena vista oral, la justicia exculpó definitivamente a Jhoel Antonio Salvatierra de la imputación de haber propinado la paliza del 6 septiembre de 2020, cuando al grito de «puta» y «perra» le provocó supuestamente heridas en los brazos y en la espalda.
Unos malos tratos, confirmandos por informes del hospital, por los que la Fiscalía llegó a pedir , sin éxito, un año de prisión y tres de alejamiento de la ahora asesinada por un delito de lesiones en el ámbito familiar. La mujer, que para entonces era de nuevo pareja de su agresor, en el juicio dijo haber incluso olvidado si había sufrido lesiones por parte de Salvatierra. «Sin testigos presenciales o de referencia no se puede concluir con un mínimo de certeza (…) que hubiera una agresión por parte del acusado», zanjó el magistrado.
El Grupo V de Homicidios de Madrid se ha hecho cargo de la investigación. Tanto las dos víctimas como el asesino son de nacionalidad peruana.
Desde el Gobierno, la portavoz y ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría, ha mostrado su «absoluta consternación» por este doble asesinato. La portavoz ha reclamado «estar más unidos que nunca» para luchar contra «la lacra» de la violencia que «asesina a mujeres y a niños». También ha reconocido, en una entrevista en TVE, que los datos de mujeres asesinadas en 2023 ya son 52 «no son buenos». «Tenemos que ver si está fallando el eslabón de la detección y de la prevención», ha subrayado Alegría.
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