Francia juzga a seis menores por la decapitación del profesor Samuel Paty

Una joven aseguró que el docente obligó a los alumnos musulmanes a salir de clase para mostrar caricaturas de Mahoma, pero era mentira

Diario Vasco, Beatriz Juez París, 28-11-2023

Tres años después de la decapitación en octubre de 2020 del profesor Samuel Paty por haber enseñado en clase las controvertidas caricaturas de Mahoma, seis menores son juzgados por su presunta implicación en este asesinato que conmocionó Francia. Los acusados se sientan desde este lunes hasta el próximo 8 de diciembre en el banquillo. Son procesados a puerta cerrada por un tribunal de menores. Ocho adultos serán enjuiciados a finales de 2024 por el mismo caso por otro tribunal.

El asesino, Abdoullakh Aznorov, murió abatido por la Policía en el suburbio de Conflans-Sainte-Honorine, a las afueras de París, donde Paty daba clases en un centro de enseñanza secundaria. Aznorov, un refugiado ruso de origen checheno de 18 años, no era alumno suyo ni estudiaba en ese centro. Había oído hablar del profesor de Historia y Geografía en las redes sociales.
Una adolescente, que en el momento de los hechos tenía 13 años, es juzgada por denuncia calumniosa contra Samuel Paty. Si es encontrada culpable podría ser condenada a dos años y medio de prisión. Otros cinco jóvenes serán procesados por «asociación de malhechores con el fin de preparar un delito castigado con al menos 5 años de prisión, es decir, con violencia agravada». Están acusados de haber actuado «con premeditación o emboscada a un profesor en las inmediaciones de un centro escolar durante la entrada y salida de los alumnos» y se enfrentan a otros dos años y medio de cárcel si son declarados responsables de los delitos que se les imputan.

El drama comenzó con una mentira. La joven juzgada por denuncia calumniosa le contó a su padre que el profesor hizo salir a los alumnos musulmanes de clase y que les enseñó al resto de sus compañeros las caricaturas de Mahoma publicadas por la revista satírica ‘Charlie Hebdo’ en una clase sobre libertad de expresión. Brahim Chnina, el progenitor de esta estudiante musulmana, se quejó ante el centro, puso una denuncia contra Paty por «difusión de imagen pornográfica» y montó una campaña en las redes sociales contra el docente, que acabó siendo decapitado por Aznorov a la salida del centro. El padre también acudió a ver al director de la escuela, junto al predicador islamista Abdelhakim Sefrioui, para exigir que despidieran a Paty.

Tras el crimen, los investigadores descubrieron que era mentira que la joven hubiera asistido a esa clase sobre libertad de expresión que había impartido la víctima. Tras interrogar a otros alumnos, se supo que tampoco era cierto que el profesor hubiera pedido a los alumnos musulmanes que salieran de clase, sino que autorizó a aquellos que los desearan que apartaran la mirada antes de mostrar una caricatura unos segundos.

Tragedia inimaginable
Mbeko Tabula, abogado de la joven, aseguró a la prensa francesa que la joven «nunca hubiera imaginado que las cosas iban a degenerar de esta manera». «La tragedia de la decapitación de Samuel Paty continúa atormentando» a su cliente, que tiene ahora 16 años. Los otros cinco adolescentes juzgados, que en el momento de cometerse el crimen tenían entre 14 y 15 años, están acusados de haber estado haciendo vigilancia durante varias horas en las inmediaciones del centro de enseñanza secundaria Bois d’Aulne junto a Anzorov y de encubrir al asesino.

Según la Fiscalía, los cinco jóvenes comunicaron a Anzorov la descripción física y la vestimentaria de Samuel Paty y le indicaron, a cambio de 300 euros, quién era el objetivo cuando lo vieron salir del centro. «Ahí está el profesor», le dijeron, antes de que Anzorov le siguiera, le asesinara y le decapitara en plena calle.

La defensa deberá tratar de demostrar durante el juicio que los jóvenes no eran conscientes de lo que iba a pasar. Durante los interrogatorios, varios jóvenes aseguran que Aznorov no les dijo que tenía intención de matar al profesor, sino que quería obligarle a disculparse por haber mostrado las caricaturas de Mahoma en clase y humillarle.

El asesinato del profesor conmocionó a Francia, no sólo por lo espeluznante del crimen, sino porque tocó uno de los pilares de la República: la escuela. El país vivió hace un mes una tragedia similar, coincidiendo con el tercer aniversario de la muerte de Paty. Dominique Bernard, docente de francés fue asesinado el 13 de octubre a cuchilladas por un joven terrorista islamista en el instituto en el que enseñaba en la localidad norteña de Arras.

El presunto asesino de Bernard, Mohammed Mogouchkov fue detenido tras el ataque y ha sido imputado por el crimen. Este joven de 20 años de origen ruso, antiguo alumno del centro, estaba fichado por su radicalización. Mogouchkov juró fidelidad al Estado Islámico antes del ataque.

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