Estallido de violencia en Francia entre grupos de ultraderecha e hijos de inmigrantes

ABC, Juan Pedro Quiñonero , 26-11-2023

En Francia se están produciendo estallidos de inquietante violencia ensangrentada que enfrentan a inmigrantes y grupúsculos juveniles de ultraderecha, y que ya se ha saldado con un muerto convertido en símbolo de una crisis de fondo. Fue el sábado 18 de noviembre cuando un joven de 16 años, llamado Thomas, fue asesinado a cuchilladas al final de una fiesta en Crépol (Drôme), un pequeño pueblo de 532 habitantes, en el corazón geográfico de Francia.

Las primeras investigaciones y filtraciones policiales pusieron de manifiesto que alguno o algunos de los nueve detenidos y posibles asesinos eran hijos de inmigrantes llegados de un pueblo vecino.
Gérald Darmanin, ministro del Interior, nieto, él mismo, de un inmigrante tunecino, pidió la máxima discreción a sus servicios, negándose facilitar la identidad completa de los miembros de una de las bandas cuya disputa terminó con un baño de sangre y un muerto.

Declaraciones incendiarias

Los padres del adolescente asesinado también pidieron a los partidos políticos que «evitasen» toda «recuperación política». Sin embargo, Marine Le Pen (extrema derecha) y Éric Zemmour (ultra derecha) contribuyeron a transformar el crimen en arma de guerra política, con declaraciones incendiarias sobre la inmigración.

Las exequias de Thomas, el viernes pasado, en Saint-Donat-sur-l’Hergasse, otro pequeño pueblo cercano, fueron un modelo de recogimiento y solidaridad popular con la familia de la víctima. Sin embargo, un día más tarde, la noche del sábado, varias decenas de militantes de ultra derecha, encapuchados, armados de garrotes, bastones y bates de béisbol, irrumpieron en varios pueblos próximos, comenzando por Romans-sur-Isère pidiendo «guerra» repitiendo a coro frases de este tipo: «¡Francia es nuestra!«.

La marcha de los encapuchados de ultra derecha terminó en violencia y enfrentamientos con bandas «locales» integradas por jóvenes franceses de muy diverso origen. Un militante de extrema derecha fue sacado con violencia de su coche y apaleado.

La Policía intervino con relativa rapidez. Una veintena de jóvenes, ultras y lugareños, fueron detenidos.

El crimen y violencias «locales» se han transformado en un un incendio político muy sintomático de varias crisis nacionales, muy profundas.

Sacha Houlié, antiguo militante socialista, diputado próximo a Emmanuel Macron, culpa de la crisis, en curso, a la «demagogia política» de la extrema derecha: «El partido de Marine Le Pen tiene una grave responsabilidad en la multiplicación de incidentes que perturban el orden público». Marine Tondelier, secretaria general Europa Ecología Los Verdes (EELV), hace un análisis muy semejante: «No es la primera vez que los simpatizantes de Le Pen salen a la calle que Francia les pertenece». Julien Aubert, vicepresidente de Los Republicanos (derecha tradicional, el partido de Nicolas Sarkozy), ha hecho esta advertencia: «Instrumentalizar el crimen para intentar avanzar algunas ideas puede ser muy peligroso para Francia».

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