Al menos 28 inmigrantes africanos murieron ayer cerca de las costas mauritanas en un intento por alcanzar el litoral de las Islas Canarias un día después de que otras 19 personas, todas ellas senegalesas, perdieran la vida al estallar una bombona de gas en el cayuco en el que viajaban, según informaron ayer fuentes oficiales. La embarcación de madera, en la que viajaban hacinados 70 inmigrantes, fue avistada por un pesquero cerca de las costas mauritanas.

Los supervivientes han informado de que al menos 27 personas fallecieron durante la travesía como consecuencia de la falta de comida y agua, mientras que otro de los subsaharianos que viajaba en el cayuco murió en un hospital mauritano tras el rescate, según precisaron las mismas fuentes.

La embarcación partió hace varios días de Senegal. Según la versión facilitada por los supervivientes de la travesía, la patera habría alcanzado ya el archipiélago canario cuando fue obligada a retornar por parte de la Policía española, extremo que ayer desmintió el consejero del Grupo Socialista en el Cabildo de Tenerife. Domingo Medina negó que las autoridades hubiesen ordenado a la barca retornar a Mauritania. «No es verdad, no llegaron a alcanzar aguas internacionales», señaló. «Fuimos informados del accidente por parte de las autoridades mauritanas con las que hemos mantenido una estrecha colaboración», insistió el consejero Domingo Medina.

Deshidratados

Andalucía también registró ayer la llegada de nuevas pateras a sus aguas. Salvamento Marítimo rescató ayer por la tarde frente a las costas de Motril (Granada) a los siete ocupantes de un cayuco que, según parece, llevaba «entre diez y quince días» a la deriva en alta mar. Los siete inmigrantes, todos varones magrebíes mayores de edad, informaron de que que junto a ellos viajaban otros cuatro compatriotas que perdieron la vida durante la travesía.

Los supervivientes presentaban quemaduras, síntomas de insolación y deshidratación. Uno de ellos tuvo que ser trasladado al hospital Santa Ana de la localidad granadina. La embarcación que ocupaban, una ‘zodiac’ de tres metros de eslora, fue avistada a unos 35 kilómetros de la costa de Motril por un velero. La ‘zodiac’ estaba semihundida y sin motor, según explicaron los tripulantes del barco que les avistó.

Pese a todo, la oleada de pateras no cesa. Ayer por la tarde llegaba un nuevo cayuco con 146 ‘ilegales’ a bordo a la costa tinerfeña de Las Galletas tras ser detectado por una embarcación de recreo. Por otro parte, al menos 350 inmigrantes ilegales detenidos en las últimas fechas y que permanecen en el centro temporal de internamiento de extranjeros de Las Raíces, en Tenerife, aseguran no recordar su nacionalidad. Las autoridades sospechan que los internos se resisten a dar sus datos para superar el periodo de estancia establecido para este tipo de centros – un máximo de 40 días – , con el objetivo de que les dejen en libertad sin que les hayan repatriado.