Guerra entre Israel y Hamás
«Ahora estamos a salvo en Euskadi, pero no olvido la masacre que sigue en Gaza»
Este médico palestino acogido junto a su familia en la CAV recuerda que el primer día de ataques el hospital colapsó y al volver a casa «ya no había nada»
Diario Vasco, , 21-11-2023«Ahora estamos en Euskadi. A salvo, felices. Pero es imposible pensar en un futuro prometedor para mí y para mis hijos sabiendo lo que está pasando en mi país. Se está viviendo una auténtica masacre». Hakim (nombre ficticio) es una de las 26 personas hispanopalestinas que pudieron abandonar la Franja de Gaza y han sido acogidas en Euskadi, donde intentará rehacer su vida.
Este médico de 51 años, padre de familia, explica en un perfecto español –estudió la carrera y un máster en Santiago de Compostela– el «horror» del que han conseguido escapar, seguro ahora en uno de los albergues que el Gobierno Vasco ha habilitado para acoger a una treintena de gazatíes, y prestarles apoyo psicológico, asistencia psicosocial, traducción y asesoramiento jurídico. Cuenta que después de estudiar empezó a trabajar en un hospital de Gaza como «médico general» y desde ahí, ha sido testigo de las imágenes más desgarradoras: los heridos y «mártires» – como denomina a los palestinos fallecidos por los ataques israelíes– que se contaban por «cientos cada día» desde el inicio del conflicto. «Siempre ha habido tensión y ataques entre Israel y Palestina. Teníamos muchas restricciones y amenazas, pero se podía vivir con relativa normalidad», afirma. «En anteriores ataques, los días en el hospital eran caóticos. Teníamos que hacer muchas operaciones, atender a muchos heridos y eran momentos de mucha tensión». Pero esta vez ha sido distinto.
Hakim | Palestino acogido en Euskadi
«En el hospital en el que trabajaba no dábamos abasto. Teníamos que operar en el suelo, en los pasillos… Era horrible»
Hakim asegura que enseguida se dieron cuenta de que la respuesta de Israel a los ataques de Hamás del 7 de octubre era distinta a la de enfrentamientos anteriores. «Ese sábado me tocaba trabajar. Esperaba que fuera como otras veces y confiaba en volver a mi casa antes del lunes. Pero no fue así. No podíamos parar. No paraba de venir gente. Niños, adultos, ancianos», describe. El hospital colapsó. La cantidad de heridos que entraban por la puerta era «mucho mayor» de lo que podían soportar y los ocho quirófanos con los que contaban no eran suficientes. «Teníamos que operar en el suelo, en los pasillos… Era horrible», rememora con dolor y sin poder quitarse esas imágenes de la cabeza. Aunque lo peor para él estaba aún por llegar.
Cuando finalmente logró salir del hospital, puso rumbo a su casa, sin saber que una de las bombas había caído sobre ella. «Cuando llegué ya no había nada. Mi casa estaba destruida. Y la de mi familia. Todo eran escombros. No quedaba nada en pie. Era un panorama horrible. En Gaza ya no ya no queda ningún lugar de paz».
«No podíamos quedarnos allí»
La cabeza de Hakim no era capaz de asimilar lo que estaba sucediendo. En apenas unas horas había perdido todo, su vida. Desesperado, comenzó una travesía para buscar un lugar donde seguir adelante con su familia. «Mi hijo nació mientras yo estudiaba mi máster por lo que tiene la doble nacionalidad, es español» y por eso explica que «se pusieron en contacto con nosotros desde España y nos aseguraron que iban a intentar agilizar el proceso de evacuación». Hakim afirma que «al principio yo no me quería ir. Mi vida estaba allí y mis hijos (de 18 y 19 años) estaban empezando la universidad. No quería que tuvieran que dejarlo todo atrás, pero no podíamos quedarnos».
26
El dato
personas evacuadas de la franja de Gaza, 13 adultos y 13 menores de edad, fueron acogidas en Euskadi el pasado viernes. Pertenecen al colectivo de 139 hispanopalestinos que llegaron el pasado jueves a Madrid.
Tras casi un mes, Hakim, su mujer y sus dos hijos respiran tranquilos lejos de las bombas. Están agradecidos a Euskadi y a su gente por la acogida y por la oportunidad de volver a empezar de cero, pero dejar toda su vida atrás no es sencillo. «Tenemos el corazón partido. Estamos felices por estar a salvo y poder ofrecer a nuestros hijos un futuro lejos de la guerra, pero no podemos seguir adelante hasta que todo acabe. Mi madre, por ejemplo, sigue allí. Está yendo hacia el sur, hacia Egipto, con el objetivo de poder reunirse con nosotros. Es una mujer de 73 años que está sola. Cada vez que puedo hablo con ella por teléfono, pero no es fácil. Lo mismo le pasa a mi hermano. Es muy duro».
Pese a que ellos están a salvo, los suyos siguen en peligro. Los bombardeos no cesan, mientras las negociaciones para acordar un alto el fuego y que Hamás libere a los rehenes sigue sin cristalizar. «Es imposible no ser pesimista con el futuro. No sabemos qué va a ser de Palestina y de Gaza. Ninguna de las opciones que nos vienen a la cabeza es positiva», lamenta.
Gipuzkoa dona 100.000 euros a la agencia UNRWA
El Departamento de Cooperación de la Diputación de Gipuzkoa destinará 100.000 euros a la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA). De esta forma, la institución foral «refuerza su compromiso humanitario con Palestina, garantizando la asistencia alimentaria a 1.805 personas y 1.328 recibirán artículos esenciales de emergencia como mantas, colchones, kit de higiene, medicamentos o combustibles». Además, se han impulsado proyectos de atención psicosocial y de emergencia a mujeres y menores de Gaza. La donación se suma al apoyo que desde el año 2015 concede la Diputación a Palestina.
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