Asturias, la comunidad con mayor presencia de odio racista en la red social más influyente

Una investigación analiza más de 120.000 mensajes sobre migración publicados en España entre 2015 y 2020

La Voz de Galicia, E. G. B., 20-11-2023

a alarmante oleada de xenofobia y racismo que se viene observando en el mundo, sobre todo en los países occidentales y que ha sido feroz en las protestas de Ferraz de estos días previos al debate de investidura de Pedro Sánchez, también puede de alguna manera medirse a través de las redes sociales. Un estudio elaborado por cuatro investigadores de la Universidad de Salamanca y del Instituto Tecnológico de Monterrey (México) analiza los discursos de odio dirigidos a personas migrantes y refugiadas en X (antes Twitter), la red social más influyente en el discurso público, a través del análisis automatizado de más de 120.000 mensajes sobre migración publicados entre 2015 y 2020 en España.

Los investigadores analizan la presencia de odio y el sentimiento subyacente en el discurso, así como su evolución y las posibles diferencias entre comunidades autónomas. Son varias las conclusiones a las que llegan, entre ellas, que el mayor volumen de odio detectado en el periodo analizado, pese a que la atención prestada a la cuestión migratoria fue superior en 2015 y 2016 dada la crisis de refugiados del Mediterráneo, tuvo lugar en 2019 y 2020 «tras el ascenso de Vox y su retórica antiinmigración». El sentimiento de los mensajes, en general, fue negativo aunque los investigadores destacan que la diferencia entre quienes tienen odio y los que no al menos es reducida.

El análisis por comunidades autónomas no deja en buen lugar a Asturias, puesto que es en la que se detecta mayor presencia de odio. Cantabria es también la que muestra un sentimiento más negativo. Las diferencias entre comunidades en este sentido no son elevadas ni se han detectado patrones claros que las expliquen.

Los investigadores recuerdan que el discurso de odio se define como apología, promoción o incitación en cualquier forma, denigración, odio o vilipendio de parte de una persona o grupo de personas, así como acoso, insulto, estereotipos negativos, estigmatización o amenaza a una o más personas. «El discurso de odio atenta contra la dignidad de las colectividades difamadas, que se ven privadas de su derecho a ser consideradas aptas para la sociedad. A esto se suma que el discurso de odio puede actuar como precursor de crímenes de odio, lo que agrava el problema», señalan también los investigadores, que recuerdan que desde numerosas instituciones públicas y privadas se está intentado poner freno o combatir el discurso de odio, y de manera especial en las redes sociales.

El estudio, titulado Migrantes y refugiados en Twitter en España: estudio de la presencia de odio y del sentimiento a partir de un análisis automatizado y publicado en la revista Doxa Comunicación, considera especialmente prepcupante el discurso de odio con motivaciones racistas o xenófobas, «que, además de su importante presencia en plataformas digitales, es el tipo de delito de odio más habitual registrado tanto en España como en la mayoría de países del entorno».

Sin patrones claros para explicar las diferencias entre comunidades

De X, antes Twitter, explican que, aparte de su peso en la política, es la plataforma ideal para diseminar informaciones y opiniones por su fácil viralización de contenidos, aparte de que en ella se crean «comunidades homogéneas que se convierten en cámaras de eco, en las que los individuos solo se exponen la información que confirma sus ideas, contribuyendo a la radicalización». Como el periodo analizado finaliza en 2020, la investigación detecta que, coinciendo con la pandemia, los contenidos sobre migrantes y personas refugiadas alcanzan su mínimo ese año.

Sin embargo, la tendencia es la contraria cuando analizan el discurso de odio, aumentando este tipo de mensajes racistas y xenófobos en 2020, el año en el que mayor rechazo hacia migrantes y personas refugiadas en Twitter en España. Un aumento en el que explican que la llegada a la esfera política del partido de extrema derecha Vox, que entró por primera vez en el Congreso de los Diputados en las elecciones de 2019, tuvo un papel clave.

Lógicamente, por población, la mayor cantidad de mensajes sobre migrantes y personas refugiadas se concentra en las regiones más pobladas (Madrid, Cataluña y Andalucía), pero las mayores proporciones de odio se observan en Asturias, seguida de Castilla-La Mancha. La media de odio racista y xenófobo en ambas comunidades es «significativamente superior» a la detectada en Comunidad Valenciana, Canarias, Madrid, Extremadura, Cataluña, País Vasco y Navarra.

Tras Asturias y Castilla-La Mancha, se sitúan en mayor proporción de odio Baleares y Galicia, «sin que se detecten patrones claros». Animan, de hecho, a que futuros trabajos profundicen en ese análisis, «pues no parece haber pautas ideológicas —el color del gobierno regional, por ejemplo—, de riqueza o de población de origen inmigrante que expliquen estas diferencias». Los investigadores consideran un avance relevante que los contenidos geolocalizados de la red social hayan permitido realizar esta comparación entre comunidades autónomas dado que «gran parte de las políticas de convivencia e integración en España son competencia de los gobiernos autonómicos».

Hay otro enfoque que el estudio analiza para apreciar la evolución del sentimiento de los contenidos publicados en Twitter hacia personas migrantes y refugiadas, llegando a la conclusión de que «incluso el discurso de apoyo a las personas migrantes puede incorporar negatividad, al centrarse en su condición de víctimas». En todo caso, matizan, en todas las comunidades autónomas españolas ese sentimiento ha sido negativo, siendo Melilla donde menos negativo fue y Cantabria donde más.

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