Al menos 17 subsaharianos mueren en un cayuco extraviado rumbo a Canarias

Los inmigrantes fallecieron de hambre y sed, según la gendarmería mauritana, aunque otras fuentes apuntan a la explosión de una bombona de gas a bordo En la embarcación a la deriva viajaban un total de 97 indocumentados

Diario Sur, 12-08-2006

Al menos diecisiete inmigrantes murieron durante una penosa travesía de más de veinte días a bordo de un cayuco de madera en el que trataban de alcanzar las costas de Canarias. El drama fue dado a conocer por la Gendarmería de Mauritania, en cuyas costas fue interceptada la embarcación tras varios días a la deriva y con las vidas de sus ocupantes a merced del calor y las olas. La barcaza había partido desde Senegal con 97 personas a bordo.

Según explicó el director de la policía de Nuadhibu, ciudad norteña donde acabó su viaje, los indocumentados «murieron de hambre y de sed, mientras que el resto bebió agua del mar para sobrevivir». Sin embargo, fuentes humanitarias mauritanas y españolas en esta ciudad afirmaron a Efe que fue la explosión de una bombona de gas a bordo de la barcaza lo que originó las muertes. Según estas mismas fuentes, la cifra de fallecidos se eleva a 19.

Cuatro de los tripulantes arribaron a puerto en pésimo estado de salud y murieron después en un hospital. Once cuerpos sin vida fueron arrojados al mar durante la travesía por otros ocupantes del cayuco, según explicaron a la policía mauritana los supervivientes. Otros dos cuerpos fueron encontrados dentro el cayuco cuando era conducido a tierra el pasado miércoles. Al principio, la policía habló de 16 muertos, pero la Media Luna Roja mauritana elevó la cifra a 17.

Llegó a estar cerca

Un portavoz de este organismo explicó que la embarcación llegó a estar muy cerca de la costa canaria – de hecho, según su relato, habría sido detectada por el servicio español de vigilancia costera – pero una avería en su motor la dejó a la deriva. Las olas la empujaron primero hasta las proximidades de Cabo Blanco, en el Sáhara Occidental, y después más al sur, hacia Mauritania. Al fin, fueron interceptados por una patrullera perteneciente a la Marina mauritana.

La bombona de gas la llevaban a bordo para calentar la comida durante el viaje. Es habitual que los inmigrantes subsaharianos llevan con ellos este tipo de elementos, según fuentes humanitarias. La explosión fue provocada por una derivación de la embarcación, debido al fuerte viento y las grandes olas, lo que ha producido un escape del gas de la bombona y de la gasolina del cayuco.

Por otra parte, dos nuevas embarcaciones arribaron ayer al puerto de los Cristianos de Tenerife con 79 y 78 inmigrantes respectivamente, todos ellos en buen estado de salud, según Salvamento marítimo, que cifra en cinco o seis, el número de menores presentes en estas embarcaciones. La primera de ellas había sido avistada en la tarde del jueves por un avión de la Armada, mientras que la segunda fue avistada a 20 millas de la costa en la mañana de ayer.

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