El fútbol sirve de brújula para ubicarse a los migrantes recién llegados a Galicia
ABC, , 10-11-2023Tras alcanzar las costas de Canarias en una de las travesías más peligrosas del mundo, volaron hasta Madrid y de ahí en autobús a Sanxenxo. Estaban cansados, aunque felices de haber completado con éxito la primera parte de su proceso migratorio. Pero también desorientados, sin saber muy bien en qué punto de España se encontraban. El fútbol, sin embargo, jugó a su favor y les ayudó a ubicarse: «Todos conocían al Real Madrid o al Barça, pero alguno también al Celta de Vigo y a Iago Aspas», su jugador insignia, explican quienes hablaron con ellos en esa primeras horas en la localidad gallega.
Derivadas de la última crisis migratoria de Canarias, en Galicia han sido alojadas, por el momento, unas 130 personas, repartidas en hoteles y albergues de Vigo, La Coruña, Sobrado dos Monxes (La Coruña) y Sanxenxo. El municipio pontevedrés es el que más migrantes ha recibido, un total de 54. Todos hombres, jóvenes, en su mayoría de entre 18 y 25 años —aunque hay alguno mayor—. Son casi todos de Senegal, pero también los hay procedentes de Gambia, Guinea Bissau, Guinea Conakri o Mali.
De este último país centroafricano es, por ejemplo, Willane, de 24 años, que este viernes por la mañana, en su segundo día en Sanxenxo, tomaba el aire en los exteriores del hotel Baixamar, en el que están alojados. Paseaba junto a Mady, un compatriota, y Ngon, este último originario de Senegal. Con las dificultades propias del idioma, Willane explica que en su país trabajaba en una empresa de pescado y le gustaría dedicarse a este sector también en España. Entre los 54 jóvenes llegados a Sanxenxo hay pescadores, conductores, camareros, mecánicos o albañiles, pero por su situación irregular no podrán trabajar de forma reglada en España por lo menos durante los próximos meses.
Daniel Bóveda, responsable de Accem en Galicia, la ONG que se encarga de atenderles, recuerda que, según la Ley de Extranjería, necesitan un mínimo de dos o tres años para regularizar su situación. Solo algunos, que por cuestiones de vulnerabilidad estén en condiciones de solicitar protección internacional, podrían apurar algo los plazos y conseguir en seis meses la autorización para trabajar.
Primeras horas en Sanxenxo
Habían llegado poco antes de las siete de la mañana del jueves a Sanxenxo tras viajar toda la noche en bus desde Madrid. Jorge González, propietario del hotel, explica a ABC que en su primer día en tierras gallegas, después de desayunar, la mayoría se retiraron a descansar. Ya por la tarde, aprovechando que la lluvia dio una tregua, salieron a pasear para conocer el entorno. También dedicaron sus primeras horas para comunicarse por teléfono con familiares y amigos. Pero la mayor necesidad que tenían en esos primeros momentos era saber qué tierra pisaban: «Sobre todo preguntan dónde están, quieren ubicarse, Galicia no es una región que tengan muy localizada. Sin embargo, los clubes de fútbol sí son para ellos una referencia«, explica González.
El propio alcalde de Sanxenxo, Telmo Martín, que este viernes por la mañana se acercó al hotel para ofrecerles la ayuda que necesiten del ayuntamiento, pudo comprobar, entre bromas, las habilidades de algunos de ellos con el balón y les ofreció un pabellón deportivo para jugar alguna ‘pachanga’. «Hemos venido a ofrecernos para lo que nos puedan necesitar. Sobre todo, lo que nos dicen es que quieren trabajar», explicaba a su salida.
Uno de los jóvenes, este miércoles, jugando con un balón en el hotel junto a miembros de la ONG y el alcalde de Sanxenxo, Telmo Martín
Uno de los jóvenes, este miércoles, jugando con un balón en el hotel junto a miembros de la ONG y el alcalde de Sanxenxo, Telmo Martín CEDIDA
Así han sido los dos primeros días de los 54 jóvenes migrantes en Sanxenxo. «Todo muy fácil, a pesar de las dificultades del idioma y los diferentes hábitos por ejemplo, no comen cerdo. Todas las partes intervinientes estamos poniendo mucho cariño y cercanía, y está saliendo todo muy bien«, resume el responsable del hotel, que abrió sus puertas a propósito para ellos —el Gobierno paga su estancia—, porque lo normal por estas fechas es que estuviera cerrado. Los 54 se reparten en 20 habitaciones triples y cuádruples. Y todavía habría sitio, explica, para alojar a media docena más. La acogida en Sanxenxo está siendo en general bueno, aunque es cierto que aparecieron algunas pintadas, que ya fueron borradas, en contra de la presencia de los migrantes en la localidad.
Tres de los jóvenes migrantes ante de hotel donde se alojan en Sanxenxo, la mañana de este viernes
Tres de los jóvenes migrantes ante de hotel donde se alojan en Sanxenxo, la mañana de este viernes MIGUEL MUÑIZ
¿Y qué harán los próximos días? El responsable de la ONG que les atiende explica que, una vez cubiertas sus necesidades básicas de alojamiento, manutención y vestimenta, desde Accem harán un trabajo más personalizado con ellos para comprobar sus necesidades más particulares de atención sanitaria o psicológica. Se les ofrecerá, también, talleres de diversos temas para su mejor adaptación, y los que tienen redes familiares en España —alguno incluso en Galicia— u otros países de Europa irán hacia esos puntos. Pero de momento no podrán trabajar legalmente. Williane, que quiere volver al sector del mar, igual que el resto de sus compañeros aún tendrá que esperar para hacerlo.
(Puede haber caducado)