Errenteria | Gerardo Carrere y Marling Castillo | Trabajadores de SOS Racismo

«Abrir la puerta de tu casa es quitar una barrera muy importante»

De aquí a una semana se llevarán a cabo los encuentros interculturales en torno a una mesa de la mano de SOS Racismo con el proyecto Bizilagunak

Diario Vasco, Iker Castaño Errenteria., 13-11-2023

Un año más se acerca el día (19 de noviembre) en el que diferentes familias autóctonas y migrantes se reúnen en torno a una mesa compartiendo mantel y se les da la posibilidad de que se conozcan. SOS Racismo Gipuzkoa se ha volcado con el proyecto Bizilagunak a lo largo de todo estos años y en esta ocasión, bajo el lema ‘Mesas que cuentan’, quieren que el número de participantes sea igual o superior al del pasado año. Mañana es el último día para inscribirse, llamando al 658 749 756 o a través de un cuestionario que han habilitado en su página web. Gerardo Carrere (Errenteria, 1961) y Marling Castillo (Nicaragua, 1976) invitan a que la ciudadanía sea partícipe de este acto intercultural.

–Antes de poner el foco en el proyecto Bizilagunak, ¿cómo se han adaptado al nuevo local?

–Gerardo: Ha sido un cambio bastante positivo, el otro local era más pequeño. Aunque ha sido muy funcional, con el tiempo se han incorporado más personas y se nos quedaba pequeño. Además la accesibilidad no era buena. Las condiciones de trabajo han cambiado, ahora contamos con un proyecto común con los colectivos que trabajan aquí en el edificio Joxepa Antoni Aranberri Anitzenea. Tenemos colaboraciones con Lau Haizetara, Xenpelar Bertso Eskola, Badalab… Hay mucha más intercomunicación, sumamos sinergias.

–¿Qué realizan en el día a día?

–Marling: Nuestra principal actividad es la asesoría para trabajadoras de hogar, también hay otros proyectos como Berdin (un servicio de asesoría para personas extranjeras que sufren discriminación por origen). Tratamos de recoger casos de discriminación, analizarlos e intervenir en la medida de lo posible. Al fin y al cabo la esencia de SOS Racismo es luchar a favor de la igualdad y en contra de la discriminación. Luego contamos con proyectos de sensibilización con el Ayuntamiento, ya llevamos tres cortos-documentales sobre trabajadoras de hogar, experiencias migratorias y segundas generaciones. Los miércoles también hacemos asesoría de extranjería dentro de un servicio público del Gobierno Vasco Aholku Sarea. Tenemos otros proyectos de inserción sociolaboral, participamos en la red de inclusión con Oarsoaldea.

Objetivo
«Es importante romper ese mito o estereotipo que a veces se crean por los genotipos»
–Y entre todas estas tareas, está el proyecto Bizilagunak.

–Gerardo: Así es. Esto empezó hace once años (Next Door Family). Teníamos un proyecto con una organización checa y la aplicamos aquí. La experiencia es positiva, han participado cientos de familias. Se trata de que la gente se conozca y se genere un espacio de mutuo conocimiento en el hogar. Básicamente se trata de abrir las puertas de tu casa a otra familia, aunque no estemos acostumbrados a hacerlo aquí.

–¿Cuál es el proceso?

–Gerardo: Lo que hacemos es apuntar las personas que quieren participar, tanto familias autóctonas como migrantes, y hacemos parejas en función de tipo de familia, finalidades… Hay una tercera persona que actúa como dinamizador, muchas veces es un estudiante universitario. Le asignamos una pareja y lo que hace es organizar una comida. Se generan redes e incluso hay gente que a lo largo del año se reúne también. Se trata de que ambas familias conozcan de primera mano la realidad, problemas, aspiraciones, y pasar por encima de los estereotipos.

–Todos los años insisten en esto último que comentan.

–Marling: Creemos que es importante romper ese mito o estereotipo que a veces se crean por los genotipos. La gente se crea un perfil de determinadas personas que pertenecen a una comunidad. En Bizilagunak no solo el autóctono recibe a un migrante, también el migrante recibe a una familia autóctona. A las recién llegadas les cuesta adaptarse y puede servir de apoyo. Abrir la puerta de tu casa es quitar una barrera, es quitarse ese mal concepto que nos creamos.

–(…)

–Gerardo: Depende mucho de las personas que participan, unas son más abiertas, otras hablan menos… Cada historia es muy diferente. Es como una cita a ciegas. Puede pasar cualquier cosa y eso es un atractivo. A veces cuesta entrar en calor. El dinamizador es la persona que no deja solas a la familia, procura que todo vaya bien.

Novedad
«Este año, con el nuevo edificio del centro, haremos un aperitivo para que se conozcan»
–¿Y no surgen problemas a la hora de organizar las parejas? Igual cuentan mucho de uno y poco de otro…

–Marling: Es un reto, si vemos que hay más migrantes y nos faltan familias tratamos de organizar por grupos para que todas esas personas que se han apuntado puedan estar con una familia autóctona. A veces surgen problemas como que se desapunten a última hora, algo que tambalea lo que ya tienes organizado.

–Gerardo: Puede ser que también nos juntemos en una sociedad. Eso sí, preferimos que sea en el hogar, ya que en este país no estamos acostumbrados a organizar en nuestra casa, ni siquiera con nuestros amigos más íntimos. Es una de las barreras que más hay que saltar, convencer que hacerlo en tu casa puede resultar interesante. Algo que en el resto del mundo, como en Francia, es más habitual. Por añadir, este año, aprovechando que tenemos aquí el edificio, hemos organizado en colaboración con otras asociaciones un pequeño aperitivo, con algo de música, de manera que las personas que participen se conozcan.

–Durante el año están en contacto con trabajadoras del hogar.

–Marling: Sí, además van a participar. Aprovechando que estamos aquí queremos promover la participación de mujeres que trabajan en hogares pero que les da la oportunidad de conocer a otras personas aparte de su trabajo.

–¿Cómo valoran el año en número de trabajadoras de hogar?

–Gerardo: Entregaremos el informe a final de año y lo presentamos a principios del 2024. La gente viene más, las mismas mujeres han usado el boca a boca y muchas nos tienen como referente para estar informadas sobre los derechos laborales. El año pasado fueron alrededor de 350 citas presenciales sin contar las telefónicas, este año andamos en cifras similares o superiores.

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