BERNARDO SAGASTUME

SANTA CRUZ DE TENERIFE. La inmigración clandestina sumó ayer diecinueve muertos más a su funesta estadística, que indica que son al menos 63 los casos conocidos de personas que entre julio y lo que va de agosto perdieron la vida en su intento por alcanzar las costas canarias desde África occidental. La embarcación que ayer fue rescatada por una patrullera de Mauritania llevaba más de quince días a la deriva en el mar y había sufrido la muerte de dieciséis de sus casi cien ocupantes, a causa de una explosión. En un hospital de Nuadibú, al norte del país africano, se produjo el fallecimiento de las otras tres personas.

Todo sucedió como consecuencia de la combustión del gas de una bombona junto con parte de la gasolina que llevan en bidones para el motor de la embarcación. Los fuertes vientos y el oleaje que padecieron durante la travesía, según relataron al ser rescatados, fueron los causantes del accidente y de la explosión de la bombona, que junto con el carbón son los medios que suelen utilizar para encender fuego y preparar comida a lo largo de los días que dura el cruce hasta el Archipiélago.

El hecho se conoció el día que se estrenaban las operaciones de vigilancia europea entre Canarias y la costa occidental de África, con un retraso de semanas respecto de lo previsto, con los medios menguados y sin permiso para patrullar en Senegal. El lanzamiento de esta operación fue calificado por el comisario europeo de Justicia, Libertad y Seguridad, Franco Frattini, como «momento histórico en la historia de las políticas de inmigración» comunitarias, en un dispositivo que «no pretende crear una fortaleza europea, sino salvar vidas, reducir la inmigración ilegal y combatir el tráfico de seres humanos».

Sin embargo, el presidente de Canarias, Adán Martín, se mostró escéptico con los resultados que podría obtener la operación de Frontex – la agencia europea de gestión de fronteras – , ya que se trata de «un dispositivo muy corto» ante el «importante agujero que se está abriendo en la frontera exterior». El Frontex, según su criterio, «no servirá para nada» si no cuenta con acuerdos para patrullar las costas de Senegal.

Al respecto, el portavoz comunitario Friso Roscam atribuyó la responsabilidad por la falta de acuerdo con el país africano al gobierno de Rodríguez Zapatero. Se trata de «asuntos entre España y países terceros por aguas territoriales, por lo que la Comisión (Europea) no tiene nada que aportar», afirmó Roscam ayer, en Bruselas, según informa Laura Villena.

Sólo hasta octubre

La operación tendrá una duración de nueve semanas. Sobre este punto también se mostró incrédulo el presidente canario. Según indicó, es en octubre cuando las aguas recuperan la calma que perderán en los próximos días.

Por lo tanto, la retirada del Frontex en ese mes coincidirá con un momento en que se den buenas condiciones para la navegación desde África. Adán Martín, asimismo, alertó acerca de la construcción de grandes cayucos en talleres de la costa africana, tal y como lo adelantó ABC hace semanas.
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