El errenteriarra Iñigo Legorburu ha sido premiado este pasado fin de semana después de darse a conocer los galardones del VII. Certamen de Calaveritas, organizado por la Asociación México Lindo de Bilbao. Dicho concurso aglutina a una buena parte de la comunidad mexicana afincada en Euskadi. El escritor guipuzcoano no dudado en participar por primera vez en él y se ha estrenado con una gran valoración del jurado.

La entrega de premios se produjo en el emblemático edificio BBK KUNA de la capital vizcaína y sirvió para poner punto y final a diez intensos días de festejos y actos culturales que se han organizado en torno al Día de los Muertos. Un sinfín de actividades en el que charlas sobre la muerte, confección de máscaras o juegos para niños han confluido en unas semanas muy intensas que la comunidad mexicana vive de una forma más alegre y festiva que los habitantes del viejo continente.

El trabajo ‘Oda al camino’ de Legorburu le ha dado un merecido segundo premio y ha completado el podio con Christian Acevedo y su ‘Calavera a Chabelo’ e Hilhui Gazpar Sánchez y su ‘Una calaca viva’, ambos pertenecientes a la comunidad mexicana. Para poner en contexto, las calaveritas mexicanas son una serie de estrofas rimadas y octosilábicas que ironizan con la muerte y su presencia en el mundo, con un tono gracioso y jocoso acorde a la celebración que se hace de la muerte por parte de la comunidad mexicana. De hecho, a la muerte se le apoda como La flaca, María Guadaña, La Parca u otros nombres más graciosos e incisivos que buscan arrancar una sonrisa al lector.

En este concurso «había que hacer estrofas octosilábicas, parecido al bertsolarismo, algo que se me da bien», comentaTodos los trabajos premiados en el VII. certamen se pueden leer en las redes sociales de la Asociación México Lindo
Legorburu ha incidido en su trabajo en el drama de los migrantes actuales haciendo un paralelismo con Euskadi, donde ambos van de la mano. El autor resalta que «en mi obra subrayo la importancia de hacer el camino juntos, más si cabe cuando nosotros fuimos un país migrante que necesitó no hace mucho de la comprensión de otros países latinoamericanos para salir adelante. Muchos pastores de apellidos vascos en Estados Unidos, Uruguay o Argentina así lo atestiguan», detalla. Subraya que en este concurso «había que hacer estrofas octosilábicas, parecido al bertsolarismo, algo que se me da bien», comenta.

El escritor se congratuló de su segundo puesto, no obstante «creo que mi trabajo no ha salido del todo redondo porque quizá tiene un tono demasiado dramático, serio y oscuro. Los otros dos trabajos premiados son más alegres y positivos y se ríen bastante de la muerte», confiesa Legorburu. Aun así, tal y como reconoce el autor, «son las desventajas de no pertenecer a esa comunidad y no saberse del todo los códigos que funcionan. Pero bueno, ya tengo una buena excusa para volver a intentarlo el año que viene…», añade. Asimismo, afirma que «los trabajos no suelo hacerlos en castellano como en esta ocasión. Lo hago de forma esporádica». Como premio, obtuvo un bono para consumir en Txokomex Cantina de Bilbao y todos los trabajos premiados ya se pueden leer en las redes sociales de la Asociación México Lindo.

Un concurso conocido en casa
Conviene recordar que la Asociación Cultural y Gastronómica Mexkadi Etxea, Noski Liburudenda y Ozzinema elkartea organizaban también en Errenteria el Concurso de ‘Calaveritas Literarias’, haciendo un guiño a la comunidad mexicana que vive en Errenteria como la poeta, aforista y librera Sihara Nuño, de Noski Liburudenda.