A. H, el egipcio de 25 años que llegó al aeropuerto de Loiu escondido en la bodega de un avión procedente de El Cairo, será deportado mañana a su país natal. La Audiencia Nacional ha rechazado el último cartucho judicial que le quedaba al joven: la medida cautelarísima que había solicitado su abogado, Javier Galparsoro, para tratar de evitar su deportación.

Su letrado asegura que el chico está «desesperado» después de que la Policía le haya comunicado el rechazo a su última solicitud dirigida a conseguir asilo en España «por motivos religiosos». A. H. piensa que «le van a matar» cuando vuelva a su país, explica el presidente de la ONG Zehar Errefuxiatuekin, que lamenta que la Audiencia Nacional no haya hecho «ni una sola mención al informe favorable» de ACNUR, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.

El joven llegó al aeropuerto de Loiu el pasado día 23. Se trata de la primera vez que un polizón llega al aeródromo vizcaíno. Al abrir una de las compuertas traseras, los trabajadores que se acercaron a desembarcar el equipaje vieron salir a un hombre que se dirigió corriendo hacia la terminal. Desde entonces, el Ministerio de Interior y otros organismos le han denegado la protección internacional que solicitaba.