GUERRA CONTRA EL TERROR
La comunidad islámica teme una reacción en su contra
El Mundo, 12-08-2006Los musulmanes del Reino Unido no quieren que se asocie su religión con los atentados fallidos de Heathrow La revelación de la filiación musulmana de los detenidos por el intento de atentado del jueves último causó gran preocupación en la vasta comunidad islámica del Reino Unido, en especial después de que se dieran a conocer detalles sobre sus identidades y domicilios.
Abdelrahman Yafar, vicepresidente del Comité de Asuntos Legales del distrito de High Wycombe, en Buckinghamshire, donde reside uno de los detenidos, señaló que «ya se le ha hecho un gran daño» a los familiares, amigos y vecinos del barrio con la simple difusión de esa información. «No importa si la investigación le encuentra o no culpables. Los musulmanes van a ser estigmatizados y sus niños volverán a ser discriminados en su regreso a las escuelas tras el receso estival», dijo el funcionario quien, por otra parte, admitió que muchos de los miembros de esta colectividad de 1,7 millones de fieles en las islas británicas viven «con desesperación» el desarrollo de los acontecimientos.
En sintonía con sus declaraciones, el secretario general del Consejo Musulmán Británico, Muhamad Abdul Bari dijo que los allanamientos posteriores al 7 – J y los ataques «islamófobos» de algunas autoridades producidos desde entonces, generaron «distancia» entre las instituciones del Estado y la comunidad musulmana.
De este modo, remarcó su temor de que tras el último operativo policial llevado a cabo en la madrugada del jueves se produjera una fuerte reacción en contra de la sociedad hacia todo lo vinculado con el Islam. «A pesar de lo que dicen los medios, debe recordarse que todos son inocentes hasta que se pruebe lo contrario», declaró el imam.
No obstante, el líder religioso exhortó a los fieles a «mantener la calma» y no rebelarse ante posibles provocaciones. «Es muy importante que todos colaboremos con la policía para llegar al esclarecimiento de este caso», afirmó.
Por su parte, Fahad Ansari, de la Comisión de Derechos Humanos Islámicos culpó al Gobierno de no haber tomado los recaudos necesarios para evitar una eventual ola de discriminación en contra de los musulmanes. «La policía y las autoridades nacionales tienen que pensar más en posibles soluciones para restablecer la confianza entre todos», comentó.
También declaró a la cadena BBC que las personas que profesan esa religión en este país han sido «acosadas y demonizadas» en estos últimos meses. «Hemos visto muy pocos terroristas capturados, pero mucha gente que encontró su reputación arruinada para siempre».
Además, criticó a los servicios de inteligencia, [«esa palabra suena a broma aquí», acotó], e instó a Tony Blair a deponer su actitud de negar permanentemente la relación existente entre la política exterior del Reino Unido y los problemas de seguridad interna que hoy atraviesa el país.
«No se puede subestimar así el impacto que las campañas militares en Irak y Afganistán han tenido aquí. Él [Blair] tiene que darse cuenta de que hay un vínculo directo entre el 7 – J y su política exterior», aseguró.
Sin embargo, desde el Ministerio del Interior se intentó forjar un clima de tranquilidad y cooperación. «La gente de todas las comunidades y religiones debemos unirnos para vencer a aquellos que quieren lastimarnos. Ahora más que nunca, el país debe confiar en la solidaridad y la tolerancia de su sociedad, que es nuestro activo más preciado», dijo el titular de esa cartera, John Reid.
(Puede haber caducado)