SUR/MÁLAGA

Tres de las seis primeras internas del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Málaga que denunciaron haber sido víctimas de abusos sexuales por parte de policías han sido expulsadas de España, según informó ayer su abogado, Jesús Ureña.

El letrado, que representa a cuatro de las inmigrantes que supuestamente participaron en las supuestas fiestas nocturnas por las que fueron imputados siete policías del CIE, señaló que tres de sus clientes ya se encuentran en sus países de origen. Ureña entiende que esta decisión supone un «trato discriminatorio» hacia sus defendidas, ya que el 26 de julio otras dos internas que supuestamente también padecieron los abusos quedaron, por el contrario, en libertad.

El letrado anunció que en la próxima comparecencia en el Juzgado de Instrucción número 9 solicitará a la juez instructora del caso, Elena Sancho, que se pronuncie al respecto, ya que las declaraciones de estas mujeres «son de vital importancia para la investigación». De las internas expulsadas, dos son de nacionalidad ucraniana y la otra es rusa.

Ureña aseguró que ha solicitado el retorno a España de otras dos inmigrantes, una de Honduras y otra rusa, que fueron recientemente expulsadas, para que declaren en principio como testigos de los supuestos abusos. Solicitó también la comparecencia del hermano de uno de los agentes imputados y que, según el relato de algunas denunciantes, solía entrar en el centro y participar en las presuntas fiestas.

Por otra parte, fuentes muy solventes aseguraron que el director general de la policía, Víctor García Hidalgo, ha incoado expediente disciplinario contra el jefe de Seguridad del CIE, José Rodríguez Pablos, y lo ha suspendido provisionalmente de sus funciones en el centro.