Madrid – Pese a no haber obtenido un acuerdo total… hoy es el día. El
dispositivo de la Agencia Europea de Fronteras (Frontex) en Canarias,
diseñado para controlar la llegada masiva de cayucos a las islas, entra
esta mañana en vigor. Y lo hace con el riesgo que supone no poder
patrullar en aguas de Senegal, al no haberse alcanzado todavía un acuerdo
con ese país. Así, en una entrevista con Efe, el comandante del servicio
de Costas y Fronteras de la Guardia Civil Eduardo Lobo, coordinador
español del proyecto, explicó que la operación comenzará en Mauritania y
Cabo Verde. A la misma, se espera incorporar tras el acuerdo a Senegal a
lo largo de las siete o nueve semanas que dure el dispositivo.
   El
proyecto se limita tan sólo a un avión y un barco italianos, así como un
aeroplano finés y otra nao portuguesa y tiene como principal objetivo «el
efecto disuasorio: que la gente vea que hay medios europeos vigilando y
que no salga». No obstante, si aún así deciden hacerse a la mar, los
responsables del modelo entienden que «la misión es detectarlos en aguas
mauritanas, que con el acuerdo alcanzado con nosotros tiene el deber y el
compromiso de aceptar el cayuco y los inmigrantes». Pasadas las aguas
territoriales de esos países africanos, se entra en aguas internacionales
que son zona de responsabilidad española, por lo que los cayucos
interceptados allí, no aceptados por los países africanos, tendrían que
ser trasladados a Canarias».
   En paralelo a este acuerdo, el
Gobierno de Canarias logró el compromiso del líder religioso de Tijani
(Senegal), Mouhamadou Mansour Barro, para concienciar a la población
senegalesa del problema de los menores inmigrantes que llegan al
archipiélago en cayucos.
   Ayer, la oleada de cayucos fue
especialmente intensa, pues al menos 532 inmigrantes llegaron en seis
embarcaciones y una patera a las costas canarias, si bien la Guardia
Civil, al cierre de esta edición, buscaba en Lanzarote a otros diez
ocupantes de esta última embarcación y se esperaba la llegada de otras dos
barcazas. La llegada de estas barcazas eleva a más de 15.000 los
inmigrantes llegados en lo que va de año a Canarias.