El Barça y ACNUR: cuando el Estadi Lluís Companys fue un hogar de refugiados

El Periodico, Joan Domènech, 23-10-2023

Dos guerras en curso (amén de otros conflictos bélicos que no tienen dimensión mundial), la visita del Shakhtar Donetz, equipo ucraniano, afectado en una de ellas y exiliado (juega en Hamburgo, y a la ciudad alemana lo visitará el Barça dentro de dos semanas), un estadio, Montjuïc, que fue asilo de refugiados durante la Guerra Civil española, y el acuerdo vigente entre la fundación azulgrana con ACNURUNHCR, la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados.

La confluencia de tantos factores ha desembocado en una exposición fotográfica que reúne a todos los actores, inaugurada este lunes, con el título: ‘Barça, ’més que un club’, Montjuïc, ‘un estadi refugi’. El club azulgrana ha querido trazar un paralelismo entre su actual hogar deportivo y el hogar vital que fue para más de 21.000 personas entre 1936 y 1937 que huían de sus poblaciones durante la guerra española.

Joan Laporta, que viajó a Madrid, delegó su presencia en los vicepresidentes Rafa Yuste y Elena Fort, que acompañaron a Philippe Leclerc, el director de la oficina europea de ACNUR en el estadio Lluís Companys. Faltó Laporta, pero asistió Ilkay Gündogan, colaborador de “alto perfil” de ACNURUNHCR, según se le denomina, con su esposa Sara.

El estadio olímpico se ha ido renovando desde su inauguración en 1929 en función de los múltiples eventos que ha acogido, deportivos o no, pero en aquella época se transformó en el hábitat más humano y necesario; reconfigurando espacios para que fueran aulas para impartir clases, también en la grada y el césped, en comedores y cocinas, lavanderías o en centros médicos para atender las necesidades de las personas desplazadas.

La fotógrafa de origen polaco Margaret Michaelis retrató y conservó para la posteridad el malvivir de los afectados por las guerras, que se cuentan por millones en todo el planeta: 110 millones calcula ACNUR. Una minúscula porción se refugió en el Arena Lviv, el estadio de la ciudad ucraniana de Leópolis donde el Shakhtar pasó a jugar cuando se produjo el estallido bélico en el Donbas y luego acogió a 170 personas que se instalaron en el anillo superior del recinto.

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