Mientras la crisis migratoria se agudiza en Canarias, donde el Gobierno local sigue reclamando ayuda al Ejecutivo central, Euskadi se siente «preparada» para acoger una eventual llegada masiva de migrantes a Irun en las próximas semanas. Esta previsión, basada en que la gran mayoría de africanos que llegan hasta la muga bidasoarra ha completado la ruta migratoria del Atlántico, ha llevado al Gobierno Vasco a reunir este jueves con carácter urgente a la mesa interinstitucional que coordina la atención a personas migrantes en tránsito. Para todas ellas, el plan de contingencia más básico permite acoger hasta 250 personas entre los recursos irundarras de Hilanderas e Hilanderas II –aún sin estrenar–, aunque se podría dar cobijo a otras 250 almas si fuera necesario en otros refugios del País Vasco.

La reunión mantenida este jueves por la mañana fue meramente «informativa» y «tranquilizadora», explican fuentes del Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno Vasco, dado que no está prevista una llegada masiva e inmediata. «Pero en ese caso –añaden–, debemos estar preparados, y queríamos trasladar ese mensaje» a la mesa, a la que ha habido incorporaciones como la del Ayuntamiento de Hondarribia y con presencia de representantes de Iparralde.

El encuentro estaba previsto para estas fechas, pero se adelantó después de que el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones del Gobierno español declarara esta semana la situación de emergencia en Canarias ante la oleada de migrantes que ha roto todos los récords de llegadas a estas islas, cuyas costas están alcanzando unas 800 personas al día. Muchas de ellas son esperadas en Irun, dado que «el 84% de las personas que son atendidas en el recurso de Hilanderas vienen desde Canarias», precisan desde la Dirección de Migración.
Por este motivo, su responsable, Xabier Legarreta, visitó hace tres semanas las islas, donde ser reunió con el nuevo Gobierno local. Hasta el momento, unos 25.000 inmigrantes han llegado a las islas –8.851 en la primera quincena de mes–, principalmente a Lanzarote, Tenerife, Gran Canaria y, últimamente, El Hierro. Es la mayor cifra registrada desde la crisis de los cayucos de 2006.

«Mínimos históricos»
De momento, el albergue para migrantes en tránsito que Cruz Roja gestiona en Irun no ha recogido a «ningún» subsahariano llegado a Canarias en las últimas semanas. «Si está habiendo muchas llegadas a Canarias, lo lógico es pensar que también aumenten en Irun», aseguran desde la Dirección de Migración. Pero no de un día para otro. «Una vez que ponen un pie en la península desde Canarias, tenemos calculado que pasa mes o mes y medio hasta que llegan a Irun. Pero los flujos migratorios son imprevisibles, y queríamos trasladar a la mesa que tenemos preparado el plan de contingencia si fuera necesario».

«Si está habiendo muchas llegadas a Canarias es lógico pensar que también aumenten en Irun, pero estaremos preparados»
Xabier Legarreta

Director vasco de Migración

Este plan se activa cuando se llenan las casi cien plazas del recurso de Hilanderas, algo que solo sucedió en marzo de 2021, el año con mayor afluencia, con más de 8.100 atenciones. Desde que el año pasado se habilitó un pabellón cercano con 150 camas, no ha sido necesaria su apertura. Y menos en un 2023 con «mínimos históricos» en Irun, donde los voluntarios de Irungo Harrera Sarea muchas mañanas apenas atienden a una decena de migrantes. Como referencia, a finales de septiembre en Hilanderas habían sido acogidas 2.144 personas, lejos de las 5.196 de 2022 o las 5.127 de 2021 a estas alturas.

Mientras Euskadi se prepara para una eventual llegada masiva, Canarias la viene asumiendo como puede a mayor escala. Por ello, su vicepresidente, Manuel Domínguez, afirmó este jueves que se trata de «un asunto de Estado, de España», y como tal «debe ser por el Gobierno central» «exigiendo a la Unión Europea» medidas migratorias comunes entre sus estados miembros. Además, recordó que la comunidad canaria tutela en estos momentos a 3.800 menores migrantes no acompañados. A esta cifra se sumaron este jueves al menos los 59 rescatados este jueves por Salvamento Marítimo, repartidos en cuatro cayucos con casi 400 personas.