Prosigue la escalada de la alerta antiterrorista en Europa. Ayer, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, reclamó «urgentemente» un cambio: que las órdenes de repatriación de personas consideradas como peligrosas en los 27 Estados miembros no sean de carácter voluntario. El Ejecutivo comunitario «ha propuesto que si una persona es considerada una amenaza para la seguridad pública, los países deben tener el poder de obligarla a irse. Es parte del Pacto de la UE para la Migración y el Asilo», subrayó Von der Leyen, en una comparecencia conjunta con el primer ministro sueco, Alf Kristersson, y su homólogo belga, Alexánder De Croo. Ambos mandatarios comparten un trágico denominador común: hace dos días un presunto yihadista batió a tiros a dos aficionados suecos en Bruselas, en los prolegómenos de un partido internacional entre Bélgica y Suecia.

Este suceso se une al asesinato de un profesor en un instituto de Francia que murió tras ser apuñalado por un joven de 20 años el pasado viernes. En el país galo, precisamente, este miércoles se desalojaron diez aeropuertos, muchos de ellos debido a falsas alertas de bombas. El de Lille, en cambio, fue preventivamente evacuado por una maleta abandonada. También fue desalojado, por tercera vez desde el sábado, el palacio de Versalles. Y, en Bélgica, fue vaciado el aeródromo de Ostende. Todos los vuelos a este destino fueron desviados a Bruselas, entre ellos, dos trayectos desde Alicante y Murcia. El ministro de Justicia francés, Eric Dupong-Moretti, avisó a los «pequeños payasos» autores de estos falsos avisos: «Los encontraremos, los castigaremos y sus padres tendrán que reembolsar los daños e intereses que hayan causado». Francia mantiene movilizados a cerca de 7.000 militares con motivo de la alerta antiterrorista vigente en el país galo.

Por otro lado, España anunció un refuerzo en las medidas de seguridad de diez de sus embajadas y legaciones democráticas, entre ellas las de Francia, Israel, Palestina y Jordania.

«Lobos solitarios»

La comisaria europea de Interior, Ylva Johansson, aseguró ayer que la amenaza terrorista es «alta». La política añadió que observa un «cambio en los patrones» de acción, con más ataques de «lobos solitarios». Johansson afirmó que, aunque es pronto para sacar conclusiones, hay indicios de que este contexto, el de personas que actúan solas, podría haberse dado en el asesinato de dos aficionados suecos en Bruselas. La misma hipótesis que estimó el primer ministro belga el martes. «La situación que tenemos ahora en Israel y en la Franja de Gaza también podría conducir a una radicalización en la Unión Europea», remarcó.