El ‘Aita Mari’ ha rescatado a 69 personas en el Mediterráneo en una nueva misión, su número 11, que zarpó el lunes desde Burriana. Tal y como han informado, los migrantes viajaban en dos botes de madera y entre las personas rescatadas había cinco mujeres, un bebé y varios menores. Los supervivientes presentan síntomas de trauma psicológico por las horas que han estado a la deriva y están siendo atendidas por personal sanitario.

En una publicación en sus redes minutos más tarde, el barco ha informado de que las autoridades italianas le han asignado el puerto de Génova para desembarcar. Un punto que se encuentra a 900 kilómetros de la zona en la que se encuentran en el Mediterráneo central. Desde el barco señalan que «es la primera vez que asignan un puerto tan lejano a un barco de nuestra eslora». Añaden, además, que se prevén olas de hasta dos metros en la zona. «Va contra el derecho marítimo internacional», denuncian.

El barco guipuzcoano de la ONG Salvamento Marítimo Humanitario ‘Aita Mari’ zarpó el pasado lunes del puerto de Burriana (Castellón) hacia su undécima misión de auxilio a migrantes en el Mediterráneo, donde este año ha rescatado ya a casi 300 personas, además de asistir a otras 162 en sus dos salidas anteriores.

El antiguo pesquero, en el que hay embarcadas 14 personas, ocho profesionales marítimos y seis voluntarios (tres rescatadores, un médico, una enfermera y un fotoperiodista), prevé tardar cinco días en llegar a la zona situada entre las costas de Italia, Malta, Libia y Túnez, donde se produce un elevado tráfico de personas migrantes que parten del norte de África hacia las costas europeas por vías marítimas.

El Aita Mari ha rescado 69 personas en el Mediterráneo este viernes.
Ampliar
El Aita Mari ha rescado 69 personas en el Mediterráneo este viernes.
El ‘Aita Mari’ busca embarcaciones que precisen auxilio, rescate o asistencia sanitaria, dirigiendo el foco especialmente a las embarcaciones paradas, averiadas o que se encuentren en peligro.

Antes de zarpar, los responsables del barco volvieron a denunciar que su labor humanitaria «está criminalizada» por algunas instituciones y gobiernos, y censuraron especialmente la actitud de Italia, cuya política migratoria «cambia cada día».

En lado opuesto, la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno Vasco, Nerea Melgosa (PNV), se desplazó el sábado hasta Burriana para trasladar el apoyo de las instituciones vascas a la tripulación y a la labor que realiza la ONG Salvamento Marítimo Humanitario.