Gipuzkoa da un paso más en la protección de los cuidadores de mayores e impulsa el estatuto que garantizará los derechos de las más de 10.000 personas que forman este colectivo en el territorio. Las Juntas Generales aprobaron este miércoles la enmienda transaccional entre PNV, PSE y PP a una propuesta inicial de la formación popular que insta al departamento de Políticas Sociales a la creación de esta figura. En un pleno que comenzó con un minuto de silencio por las víctimas de la guerra entre Israel y Gaza y por las del terremoto en Afganistán, se le dio luz verde a esta enmienda que busca que las cuidadoras mayoritariamente mujeres y inmigrantes, «tengan acceso a medidas que les permitan compatibilizar su proyecto de vida personal con los cuidados que prestan al dependiente, tales como el derecho al descanso, a la formación y a la información y orientación sobre productos de apoyo y subvenciones». La enmienda salió adelante con 27 votos a favor y 22 en contra.

Hace tiempo que la Diputación de Gipuzkoa trabaja para profesionalizar los cuidados en el domicilio y este es otro movimiento que va en esa dirección. El juntero popular Mikel Lezama fue el encargado de presentar el estatuto, una figura que «va a facilitar la regularización de estas personas, muchas de ellas en situación irregular», además de impulsar su «formación, protegerlas y defender sus derechos. Es nuestra responsabilidad crearla» en un momento en el que la población está cada vez más envejecida y necesita de más ayuda.

Para ello, instan a la Diputación de Gipuzkoa a hacerlo «basándose en la estrategia vascas de atención sociosanitaria», teniendo en cuenta «el despliegue de los ejes de actuación de la Estrategia de apoyos y cuidados en el domicilio para el periodo 2024-2030», y contando con los ayuntamientos guipuzcoanos en su desarrollo. Así, el juntero socialista Iñaki Ruiz señaló la «necesidad evidente de un cambio de modelo» de los cuidados que «mejore el bienestar de los usuarios y cuidadores». En esa misma línea se pronunció la jeltzale Aitziber San Román, que insistió en la necesidad de «detectar las necesidades de las personas cuidadoras» y una vez identificadas «ayudarles» a ponerles solución.

EH Bildu y Elkarrekin Gipuzkoa, sin embargo, creen que este estatuto no aporta nada nuevo y votaron en contra de la iniciativa. Estitxu Elduaien, de EH Bildu, criticó que «lo que pide este estatuto ya se hace» e insistió en que «hace tiempo» que su partido alerta de que «el sistema de cuidados hasta ahora vigente ha caducado» algo que la pandemia «ha puesto de manifiesto». Por su parte, Mariví Eizaguirre, de Elkarrekin Gipuzkoa, subrayó la necesidad de «dar valor social y económico a los cuidados», que deben ser «responsabilidad pública».

El área que dirige Maite Peña estima que para 2036 aumentará un 30% el número de dependientes en Gipuzkoa y la mayoría, cerca de ocho de cada diez, quiere envejecer en sus hogares aunque sea con ayuda. Ese mismo año el departamento de Políticas Sociales ha incrementado las ayudas para contratar a un cuidador profesional.