Los centros de atención a personas sin hogar acogen a un 22% más de usuarios

Según el INE, estas entidades prestaron ayuda diariamente durante el año 2022 a una media de 21.684 personas mayores de 18 años

Diario Vasco, Antonio Paniagua Antonio Paniagua Madrid, 27-09-2023

Los centros que dan acogida y alojamiento a personas sin hogar prestaron ayuda diariamente durante 2022 a un promedio de 21.684 personas mayores de 18 años, lo que representa un 22% más que en 2020. Hace dos años fueron atendidos 17.700 usuarios. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el 32% de las plazas ofertadas fueron ocupadas por mujeres. El desempleo, las dificultades económicas, la subida de los alquileres, las separaciones y las rupturas familiares son algunas causas que explican el llamado sinhogarismo, un fenómeno que se exacerbó desde la pandemia.

Las calles de demasiadas ciudades españolas se están poblando de personas que muchas veces resultan invisibles para sus propios conciudadanos. Vivir a la intemperie comporta sufrir condiciones meteorológicas adversas, cuando no burlas y agresiones.

De acuerdo con los datos de la Encuesta de Centros y Servicios de Atención a Personas sin Hogar, relativa al año 2022, que publica cada dos años el INE, en España hay disponibles 26.690 plazas, con una ocupación del 81%. El 20% de estos centros atendió exclusivamente a personas inmigrantes sin techo y a un 7,2% de mujeres víctimas de violencia de género.

El problema de las personas sin casa está infravalorado. La Fundación Hogar Sí estima que el número real es un 30% mayor, dado que los datos del INE no incluyen a quienes viven de manera estable en la calle y no recurren a instituciones de acogida. Esta organización estima que hay 37.000 personas sin hogar, lo que significa que el sistema desatiende a 10.300 individuos. «La oferta de plazas no está adaptada a las necesidades de las personas. Mientras que el 96% de las personas sin hogar señalan que los albergues no les son útiles para recuperar su proyecto de vida, más de la mitad de las plazas que ofrece el sistema (54%) son en este tipo de centros. Esto explica la cronificación del fenómeno y la ineficiencia del sistema», arguye la fundación.

Las principales prestaciones que ofrecieron los centros fueron información y acogida (82,8 % de ellos), alojamiento (76,8 %) y atención y acompañamiento social (76,5 %). El INE subraya que el aumento de la ocupación y de las plazas disponibles coincide con el fin de las restricciones de aforo impuestas por la covid y la afluencia de personas desplazadas por el conflicto en Ucrania, especialmente en los meses de invierno.

Adicción a las drogas
Las situaciones más frecuentes a que se enfrentaron las instituciones consistieron en inmigración y solicitud de protección internacional (46,7%), así como adicción a las drogas, sin contar el alcohol (17,7%). Las menos usuales fueron la prestación de ayuda a infectados del VIH/Sida (2,5%) y a enfermos de larga duración o en situación de dependencia (2,8%).

Por tipo de alojamiento, en pisos o apartamentos se alojaron 7.921 personas de media, de las que 2.887 eran mujeres, mientras los centros colectivos acogieron a 13.763 (4.219 mujeres).

La Fundación Hogar Sí pone de manifiesto que la gestión de las entidades sigue estando mayoritariamente en manos privadas, aunque la financiación en su mayoría es pública. «Reiteramos que el sinhogarismo es esencialmente un problema estructural de acceso a la vivienda, cuya solución pasa por garantizar este derecho humano», mantiene la fundación, una entidad que denuncia que algunas ordenanzas municipales de seguridad ciudadana sancionan a las personas sin hogar por dormir en la calle.

Las organizaciones que ayudan a las personas sin hogar apuestan por un modelo más individualizado.

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