l Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Vigo ha dado la razón a una vendedora ambulante de Senegal que vive desde hace seis años en Vigo y su área y que tenía orden de expulsión del país por ser una simpapeles. La Subdelegación de Pontevedra abrió un expediente y ordenó expulsar a la mujer durante tres años de España y prohibirle acceder al resto de Europa que pertenece al espacio Schengen. La inmigrante pidió la anulación o que lo cambiasen por la multa. La jueza sustituta, en una sentencia dictada en junio, respalda a la mujer y anula la resolución administrativa porque, además de ser una ciudadana sin nada que reprocharle y estar bien integrada, ser una simpapeles no es motivo de expulsión.

La senegalesa había entrado en Europa por el aeropuerto de Francia en el 2017 con un visado. Ese mismo año, ella se empadronó en Vigo, donde vive con sus sobrinos y hermana. Intentó darse de alta de autónoma como vendedora ambulante y recibió apoyo de una oenegé que ayuda a inmigrantes. En el 2020, la Administración le denegó la autorización para residencia temporal por circunstancias excepcionales y, meses después, la Subdelegación inició el expediente sancionador de expulsión por carecer de documentación que acreditase su permanencia regular en España. En el 2021, la Policía Local de Vigo la citó en la Brigada de Extranjería para que se identificase y presentó su NIE (un DNI especial para extranjeros).

La jueza se negó a aplicar el «automatismo» de la norma porque la mujer está registrada con NIE y pasaporte, sí estaba documentada, inició trámites para regularizar su situación, está integrada en la sociedad, tiene un informe favorable de arraigo social emitido por su ayuntamiento, una cuenta con contrato de trabajo, tarjeta de asistencia sanitaria, carece de antecedentes y no aprecia «ningún elemento desmerecedor».