123 denuncias con nomes e apelidos, situacións vividas por máis dun cento de persoas que viron violentados os seus dereitos polos seus trazos fenotípicos, a súa orixe, relixión ou etnia». Este es el balance del Informe anual sobre o racismo e a xenofobia en Galicia elaborado por SOS Racismo Galicia. El trabajo, que se basa en las denuncias presentadas en el 2022 en su oficina de la calle Alcalde Dans, evidencia que no hay que bajar la guardia.

El pasado año aumentaron los casos denunciados respecto al 2021. De los 96 de entonces pasamos a las 123 situaciones de vulnerabilidad experimentadas, y comunicadas, el pasado año, casi medio centenar más que las 76 del 2018, cuando comenzaron a realizar este informe (478 desde entonces, en estos cinco años).

Un estudio que también muestra cómo, tanto en A Coruña ciudad como en su área metropolitana, los casos reportados superan en cifra a los de la zona de Vigo, la otra ciudad gallega donde cuentan con una oficina de información y denuncias. En la urbe olívica los casos trasladados fueron 91, 214 en total.

El racismo institucional, con 36 vulneraciones atendidas y recibidas, fue la principal causa de situaciones de vulneración. Se incluyen aquí tanto las trabas «que dificultan o normal desenvolvemento da vida», como aquellas que eternizan los trámites sobre la nacionalidad u otros problemas en el ámbito administrativo.

La denegación del acceso a servicios privados, con 22 denuncias en el ámbito de influencia de A Coruña así como en la propia ciudad, fueron la segunda motivación que llevó a más ciudadanos hasta la oficina de SOS Racismo. El tercero, la discriminación laboral, que derivó en 20 casos abordados. El ámbito educativo, con 11 incidencias, o el médico, con diez, son otros de los entornos proclives a actitudes racistas.

Otro aspecto a destacar es que dos de las denuncias en el área afectaron a menores de edad. En cuanto a los lugares de origen de las personas denunciantes, la mayoría, 61 del total, son naturales de países del continente americano. De África proceden 36 de los ciudadanos que acudieron hasta SOS Racismo en busca de ayuda; 14 son nacionalizados españoles, cuatro, ciudadanos comunitarios; otros cuatro de Asia del sur y un apátrida.