La vicelehendakari y consejera de Trabajo y Empleo explica que en la ronda que ha mantenido con los agentes sociales en el inicio del nuevo curso, el último de la legislatura, les ha instado a «acordar un salario mínimo de convenio acorde al coste de la vida de Euskadi», que «es más cara que en otras zonas». Con ello, Idoia Mendia deja patente que los 1.080 euros del SMI estatal son insuficientes, aunque declina hablar de cifras, ya que eso «compete a las patronales y a los sindicatos».

– La cifra de cotizantes llegó en junio a récords en Euskadi superando el millón de afiliados, aunque cayó en agosto. ¿Se recuperará ese nivel?

– Nos gusta ser prudentes. Pero sí es verdad que lo que parecía inalcanzable, como ese listón del millón de cotizantes, se ha logrado, y aunque en verano fluctúa, tenemos que tener la ambición de mantener como objetivo esa cifra.

– ¿En un momento de desaceleración económica cree que aguantará el empleo de aquí al final de legislatura?

– Lo importante es consolidar esas cifras de empleo. Me gusta ser cauta. Euskadi es una economía abierta, que exporta mucho y con países que ahora mismo están sufriendo. Desde esa cautela soy optimista porque hemos demostrado que en circunstancias muy difíciles, como con la guerra de Ucrania, supimos mantener el empleo y la actividad económica. Y sigue habiendo mucha necesidad de trabajadores cualificados.

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– Hubo un ‘boom’ inicial de contratos fijos discontinuos, la figura impulsada por la reforma laboral para acotar la temporalidad. ¿Está cumpliendo su función o se buscan subterfugios para realizar contratos temporales?

– El impulso de ese figura ha sido un avance; no satisfactoria para todas las partes, pero de lo que se trata es de seguir avanzando en la estabilización del empleo, en darle un horizonte a las personas en un país donde la contratación temporal era un abuso permanente y no permitía tener un proyecto de vida. Se ha demostrado que ha venido a dar una solución a colectivos que sufrían mucho esa temporalidad.

– La cifra de trabajadores que tienen un empleo indefinido a tiempo completo ha subido siete puntos desde 2019, pero todavía suponen seis de cada diez. ¿Queda recorrido en lo que respecta a la calidad del empleo?

– Desde el Departamento y también los agentes sociales nos marcamos como objetivo seguir avanzando hacia contratos indefinidos a tiempo completo. La parcialidad estaba sobre todo en el colectivo de las mujeres, hemos avanzado, pero queda campo para seguir incorporándolas hacia una jornada completa laboral.

– Ha trasladado a los agentes sociales su apoyo a pactos que garanticen incrementos salariales. ¿Tienen que estar referenciados al IPC para no perder poder adquisitivo, como piden los sindicatos?

– Hemos instado a que se trate de pactar un salario de convenio acorde con el precio de la vida en Euskadi, basándonos en el acuerdo interprofesional de 2017 y al que apeló el Parlamento reclamando al Gobierno Vasco que sea proactivo con los agentes sociales. Desde el Gobierno hemos cogido ese guante. Creemos que las personas, como dicen los empresarios, son la clave del éxito de los proyectos empresariales y para atraer talento. Evidentemente el salario es una parte importante.

Falta de perfiles
«Estamos ayudando a las empresas a identificar y encontrar los perfiles que necesitan, porque no siempre lo saben bien»
Desempleados mayores
«Sacaremos un programa para recuperar a los que llevan menos de un año en el paro y seguiremos con los más cronificados»
–¿Ese salario mínimo vasco debería fijarse en los 1.400 euros que piden los sindicatos nacionalistas?

–Desde el Gobierno decimos que lo tienen que buscar los agentes sociales por medio de la negociación colectiva en el marco del Acuerdo Interprofesional y que sirviese para todos los convenios. Un salario mínimo de convenio para Euskadi.

–¿En cualquier caso, debería ser más elevado que los 1.080 del Salario Mínimo Interprofesional del Estado?

– El objetivo de los sindicatos es ese, evidentemente. Los salarios en Euskadi de media son más altos que en España, las pensiones también.

– Los salarios vascos fueron los que más poder adquisitivo perdieron el año pasado en el Estado. ¿Habría que recuperar esa merma de años anteriores?

– Más que mirar hacia atrás hay que mirar hacia adelante. En Euskadi la carestía de la vida es mayor que en el conjunto del Estado. Hasta junio se cerraron en el País Vasco muchos convenios, con muchas actualizaciones, pero la realidad es que vivir en Euskadi es más caro que en otras zonas.

Retener el talento
– Ha defendido que los salarios son la mejor forma de atraer y retener el talento. ¿En estos años pasados ha podido ser un factor desincentivador que ha favorecido la fuga de talento?

– Ha habido años en los que no se ha hecho tanto hincapié en retener el talento joven. Es un factor importante y en Euskadi estamos despertando ahora a esa realidad: la importancia de las personas, la escasez de trabajadores y también el envejecimiento de los activos y la necesidad de buscar un relevo.

–Las empresas se están encontrando con una gran dificultad, como es la falta de determinados perfiles profesionales.

–Lo primero que hemos hecho desde Lanbide es testar esta situación en pymes y micropymes. Nos hemos dado cuenta de que requieren de un acompañamiento para saber realmente qué tipo de perfil necesitan. Si desciendes al puesto de trabajo y las características de esa vacante, probablemente el abanico de perfiles que le puedes ofrecer es más amplio y por tanto más fácil de encontrar candidatos. Por eso hemos puesto en marcha en Lanbide un programa innovador de la mano de Innobasque que se llama Lan Mentoring, y que ofrece una consultoría a las pymes y micropymes para que identifiquen esos puestos de trabajo que van a sufrir un relevo generacional y ayudarles a encontrar las personas que necesitan. Y además, inculcarles esa metodología innovadora.

–Otro de los retos es recuperar a los desempleados mayores de 50 años, muchos de los cuales se están cronificando.

– Hay personas de más de 50-55 años con mucho que ofrecer a la sociedad. No queremos que caigan en el desánimo ni en el desempleo de larga duración. Vamos a sacar un programa que irá dirigido en una primera fase a los que llevan menos de un año en el desempleo. El Aukera Berri ha funcionado muy bien y ese es el camino a seguir. Los que llevan poco tiempo en el desempleo son perfectamente reintegrables y les podemos acompañar con una pequeña formación para que puedan cambiar de sector. Seguiremos con eso, y además la nueva Ley de Empleo permitirá transformar Lanbide de forma que dotaremos de un orientador personal a cada persona, de un itinerario personalizado de formación y orientación… Eso nos permitirá explorar cómo podemos rescatar a los que llevan más de un año, que requiere más atención.

–(…)

–Y volviendo a lo de la falta de perfiles. Para nosotros Gipuzkoa ha sido punta de lanza innovadora. Ha sido un laboratorio de propuestas innovadoras y de éxito. Hemos puesto en marcha el programa ‘W’, que supone primero detectar las empresas que necesitaban personas y luego buscar las personas adecuadas en el colectivo migrante inscrito en Lanbide. Se les hace una oferta de empleo y se les da formación. Ha sido exitoso.

Gipuzkoa
«Se ha convertido en la punta de lanza de todos los programas vanguardistas que hemos ido diseñando desde el Departamento»
Sector agrícola
«Vamos a poner en marcha en el territorio un proyecto de empleo rural para formar a futuros ’nekazaris’»
–¿Cuándo se va a extender ese programa?

–Se meterá en los Presupuestos como un programa de Lanbide. La viceconsejería opera con los programas como una especie de laboratorio y cuando están testados y funcionan se llevan a Lanbide.

– Gipuzkoa también ha puesto en marcha un programa en la hostelería con inmigrantes.

–Ese también se va a transformar en un programa fijo de Lanbide de Arraigo por Formación. Cogemos a inmigrantes, les damos formación y encuentran un empleo correspondiente. Así, regularizan su situación en Euskadi y se insertan en el mercado laboral.

– ¿Se está convirtiendo Gipuzkoa en una especie de laboratorio laboral?

–Se ha convertido en la punta de lanza de todos los programas vanguardistas que hemos ido diseñando desde el Departamento y en laboratorio de programas. Además, ahora en el sector agrícola vamos a poner en marcha un proyecto desde el Departamento –de la mano de las sociedades de desarrollo rural– de empleo rural, para ayudar a las personas que se quieren dedicar al sector primario a tener la formación adecuada para luego ser ‘nekazaris’. También será la punta de lanza.

–Los sindicatos dicen que el Gobierno tiene que dar ejemplo con sus empleados en el tema de los salarios y la precariedad. Han convocado dos días de huelga en el sector público.

–No es de mi competencia meterme en la negociación colectiva del sector público. Lo primero que tienen que hacer es ir con las propuestas a las mesas de negociación y tratar de buscar acuerdos.