Aunque todavía no ha empezado el curso en el Euskaltegi Municipal de Urretxu y Zumarraga (lo hará el próximo jueves, 28 de septiembre). Mari Cruz Antia, Ismael Bouchmal y Susana Nebreda han sacado un hueco en sus quehaceres cotidianos para acudir a esta entrevista. Pronto se incorporarán a las aulas para seguir avanzando en sus conocimientos y habla del euskera. Los tres coinciden en señalar que el Euskaltegi va más allá del aprendizaje del idioma. «Es ganar confianza, soltarse y hacerlo sin miedo a meter la pata. Es buen ambiente y es relacionarse con otras personas», describen.

– ¿Cómo llegaron al Euskaltegi Municipal?

– Mari Cruz: En mi caso fue hace 14 años, cuando me jubilé. Anteriormente siempre había vivido escuchando el euskera en casa, hablaba algo con los niños y empecé varias veces en el Euskaltegi, pero era difícil compaginarlo con el trabajo. Desde muy joven empecé a trabajar en Irimo. Así que cuando me jubilé me animé y aquí sigo encantada. Me costaba y me cuesta hablar euskera, pero en este tiempo he mejorado y estoy muy a gusto.

–Ismael: Yo tengo 23 años y vine de Marruecos a vivir aquí con 16 años. Trabajo en la brigada municipal del Ayuntamiento de Urretxu y llevo cuatro años en el Euskaltegi. Yo hablaba francés y no sabía ni castellano, ni euskera. Al ser un idioma completamente desconocido para mí, me resultaba difícil aprender euskera, pero no imposible. Empecé a aprenderlo a través del programa que los ayuntamientos y el Euskaltegi desarrollan en colaboración con todos los centros educativos para dar clases de refuerzo de euskera a niños y jóvenes inmigrantes de 6 a 16 años.

–Susana: Yo estuve aprendiendo euskera hace muchos años en el Euskaltegi. Pero con el paso del tiempo notas que vas perdiéndolo y volví al Euskaltegi hace 3 años para darme un impulso otra vez. Fue precisamente, a raíz de la pandemia, en aquellos meses de confinamiento tenía que ayudar a mi hijo a hacer los deberes y era difícil, solía andar buscando la manera de traducir los ejercicios… fue complicado. Ello hizo que me animara a volver al Euskaltegi, desde entonces aquí continúo y si puedo seguiré.

– ¿Qué les está aportando el Euskaltegi?

– Mari Cruz: A mi me ha valido para sentirme más segura comunicándome en euskera, antes ni lo hablaba. Era una asignatura pendiente para mí. Me he sentido muy bien acogida en el Euskaltegi, hay gente muy agradable.

–Ismael: Para mí ha sido un paso muy positivo. Vivo en un sitio donde el euskera es muy importante, para el trabajo, para relacionarme con las personas y entender mejor el lugar en el que resido.

– Susana: Está siento una experiencia muy buena. Ir a un examen y aprobarlo te da una sensación de superación y una confianza importantes. A ello se suma que hay un ambiente muy bonito, aprendes sí, pero se crean relaciones estupendas con otras personas con la que sigues manteniendo contacto fuera del Euskaltegi.

– ¿Qué dirían a aquellos que han pensado alguna vez en matricularse pero aún no se han decidido a dar el paso?

– Mari Cruz: Que vengan tranquilas, sin ninguna duda. Que no pasa nada si te equivocas, si no sabes algo… aquí todos estamos para aprender, te animan y te apoyan muchísimo y hacen que te sientas muy a gusto. Yo les animaría a que lo prueben, seguro que no se arrepienten.

–Ismael: Yo les diría que es posible. Aunque pueda parecer complicado aprender euskera, especialmente a personas que, como yo, no tienen ningún conocimiento del idioma, se puede hacer. Yo lo estoy haciendo y estoy muy contento con ello, me ayuda a relacionarme mejor y a enterder muchas más cosas, también noto que la gente lo valora y está siendo muy satisfactorio.

– Susana: Yo les diría lo mismo, para mí está siendo una experiencia muy bonita tanto de aprendizaje, como a nivel personal.