«Me daba comida especial a cambio de tener relaciones sexuales»

Una interna del Centro de Inmigrantes de Málaga relata ante el juez cómo

La Razón, 09-08-2006

Málaga – La titular del juzgado de Instrucción número 9 de Málaga, Elena
Sancho, continuó ayer, con nuevas declaraciones, las diligencias de la
investigación del procedimiento, que fue abierto por denuncias formuladas
por seis internas del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE), sobre
presuntos abusos sexuales e irregularidades supuestamente ocurridos en el
centro, como la celebración de fiestas nocturnas en las que la internas
podrían haber llegado a mantener relaciones sexuales con los funcionarios
policiales. Inicialmente estaba prevista la comparecencia de un agente que
fue llamado en calidad de imputado, como lo fue el jefe de Seguridad del
centro, que quedó en libertad sin fianza pero con cargos de abusos
sexuales. Además, también se ha citado a cuatro testigos protegidos para
prestar declaración sobre los hechos que se investigan. Aparte de las
denunciantes, dos internas declararon ayer ante las autoridades. Dichas
mujeres aseguraron que el agente imputado mantuvo «relaciones completas
con penetración» con una de ellas a cambio de comida. Según el relato de
la supuesta víctima , una inmigrante de nacionalidad venezolana, accedió a
mantener relaciones sexuales con el agente imputado «en tres ocasiones» a
cambio de «alimentos especiales», como fruta ya que padecía «problemas de
estómago». El abogado de la inmigrante, Jaime Rodríguez, aseguró que el
policía «invitaba a salir» a la interna de su módulo para ofrecerle
alimentos «a los que normalmente no podía tener acceso», por lo que se
trataría a su juicio de un «consentimiento viciado», ya que el funcionario
«hizo un abuso de su situación de autoridad». Según Rodríguez, la presunta
víctima «no hubiera mantenido relaciones sexuales con el imputado en otras
circunstancias» y añadió que no tiene conocimiento de que el agente
tuviese un trato similar con otras mujeres del centro. Hechos ratificados.
El relato de los hechos fue ratificado por otra de las internas de
nacionalidad brasileña que también compareció ayer por la mañana ante la
juez instructora del caso ante quien aseveró que «había escuchado cómo el
policía llamaba a la presunta víctima para que saliese de la habitación».
Aunque estas dos mujeres también participaron en las supuestas fiestas
nocturnas por las que fueron detenidos otros siete funcionarios, las
declaraciones de ayer se refirieron exclusivamente a los cargos que se
imputan a es te nuevo policía, a raíz de que la víctima de este supuesto
abuso solicitase una ampliación de la declaración. De hecho, Rodríguez
reiteró que las prácticas «nada tienen que ver con las presuntas fiestas»,
ya que ni siquiera el policía pertenecía al mismo turno que los primeros
imputados, si bien no descartó que tuviese conocimiento de los hechos. El
letrado manifestó que ninguna de las dos declarantes «incurrió en
contradicciones» sino que se mostraron «espontáneas y convencidas» Además
de estas internas, también testificó en la mañana de ayer, en la Audiencia
Provincial de Málaga, una tercera mujer, en calidad de testigo protegido
que, según el abogado, «no aportó mucho a la investigación, ya que apenas
tenía conocimiento de los hechos». «Nuevas pruebas». Rodríguez explicó que
«ya está finalizando» la toma de declaraciones, pero que solicitará
«nuevas pruebas» con el fin de que la instrucción del caso «sea completa».
Aseguró que «aún queda mucho por investigar», ya que, en su opinión, los
presuntos abusos a internas por parte de funcionarios del CIE «podrían
remontarse hasta hace un año». Por su parte, Jesús Ureña, representante de
las cuatro primeras internas que denunciaron los supuestos abusos, anunció
que no descarta «nuevas declaraciones o imputaciones». El jefe de
seguridad del centro, José Rodríguez Pablos, al que le fue imputado el
mismo delito a raíz de los testimonios de dos inmigrantes, quedó la semana
pasada en libertad con cargos. Por su parte, también quedaron en libertad
provisional sin fianza los tres policías nacionales que permanecieron
durante once días encarcelados por un delito de abuso sexual, después de
que la jueza admitiese los recursos presentados por las defensas. La
semana pasada declararon también cinco testigos protegidos, trabajadores
del centro, quienes aseguraron que encontraron en el módulo de mujeres
«preservativos usados y botellas de whisky» y algunos señalaron que en
estas «juergas» participaban otros hombres que no eran policías y agentes
de uniforme que «venían de la calle y que eran invitados de forma escogida
por los organizadores de la fiesta». Además, también que «conforme van
cogiendo confianza, los policías llegan a reconocer abiertamente que se
están acostando con las internas en distintas dependencias del centro».
Por su parte, la abogada defensora del jefe de Seguridad del CIE,
Montserrat Pascual señaló que ha formulado una denuncia «contra aquellas
autoridades que no pusieron en conocimiento algunos hechos que
consideramos de enorme interés». Además, destacó que se trata de un
funcionario con muchos años de ejercicio y al que no se le ha comunicado
cese alguno, sino que ha estado trabajando hasta ahora; a pesar de que la
Policía indicó en su primer comunicado que se le había suspendido
temporalmente.

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