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ALICANTE. Alou vendía pareos en la alicantina playa de San Juan cuando oyó gritar a Lucía. En los primeros momentos de confusión, en esos en que ninguno de los bañistas supo reaccionar, el joven senegalés se lanzó al agua para sacar a la pequeña, que acababa de ser mordida por un pez golfar. Una vez a salvo, el anónimo «socorrista» desapareció. Al enterarse de que el salvador de su pequeña era un joven «sin papeles», los padres de Lucía pidieron públicamente que alguna empresa le ofreciera como compensación un empleo para regularizar su situación. Antes que el empleo llegó el reconocimiento público a su gesto, a través de una declaración institucional del Ayuntamiento, volcado con la pequeña desde el primer día. Luego fue la constructora «Arqco» la que atendió el llamamiento de los padres. Así, los responsables de esta empresa han contratado por un año al joven senegalés como peón estructurista
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Informe elaborado a partir de las resoluciones judiciales