Dos internas del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Málaga declararon ayer, en calidad de testigos protegidas, contra un nuevo policía acusado de presuntos abusos sexuales. Relataron que el agente mantuvo «relaciones completas con penetración» con una de ellas a cambio de comida.

Las dos testigos son de nacionalidad venezolana y brasileña. La primera de ellas admitió haber mantenido relaciones sexuales con el policía imputado «en tres ocasiones» a cambio de alimentos especiales como fruta porque padecía «problemas en el estómago».

Tras las declaraciones, la juez decretó la libertad provisional con cargos para este agente, y la obligación de comparecer los lunes y viernes de cada semana en el juzgado. El policía, E.B., trabaja en el CIE, aunque no en el turno de noche, al que sí pertenecían tres de sus compañeros a los que la juez investiga por el mismo caso. Estos tres agentes permanecieron en prisión 11 días y quedaron en libertad la semana pasada, mientras que el jefe de seguridad del CIE y otros cuatro agentes quedaron en libertad con cargos y sin fianza.