La cifra de 9.500 temporeros de este año, en su mayoría andaluces, está lejos de los 100.000 que acudían en los años 80 Polacos en Jérez de la Frontera y granadinos en el Languedoc francés. Poco en común, salvo el hecho de irse lejos de casa en busca de la vid más lucrativa. Si en la vendimia española de hoy día lo normal es toparse con un cortador rumano o una portadora polaca, muchos de los obreros del vino más allá de los Pirineos provienen de Andalucía.

Unos 9.500 temporeros españoles acudirán este año a la vendimia francesa, una cifra muy lejana de los 100.000 que lo hacían durante los años 80 y que, según el sindicato CCOO, seguirá disminuyendo por la mecanización del campo y la llegada de trabajadores de países de Europa del Este. El secretario de Migraciones de la Federación Agroalimentaria de CCOO – A, Antonio Coca, y su homónimo a nivel nacional, Manuel Delgado, presentaron ayer los datos de la actual campaña de la vendimia francesa, según los cuales Andalucía es «la comunidad autónoma que más trabajadores aporta con un 70%» – alrededor de 7.600 andaluces – , de los que algo más del 30% son mujeres cuya edades oscilan entre los 18 y 45 años.

El diferencial de sueldo es la razón por la cual los españoles migran hacia el norte desde hace más de cuarenta años. Los temporeros recibirán 8,27 euros la hora, mientras que en España no se alcanza en muchos casos los 5 euros. El sindicato Comisiones Obreras lo calificó como «uno de los salarios en agricultura más bajo» e instó a los empresarios agrarios a «poner más esfuerzo por mejorar los sueldos y los convenios vigentes». De hecho, no sólo cobran más sino que reciben generosas prestaciones sociales.

Teniendo en cuenta que la campaña dura unos 25 días, y que se trabaja de nueve a diez horas por jornada, un temporero puede regresar a España con unos 1.500 euros, excluyendo las prestaciones sociales (150 euros por hijo) y el alojamiento y desplazamiento, que son gratuitos.

La mayoría de los españoles se desplazará a finales de agosto al midi francés, el sur mediterráneo, mientras que el resto se dirigirá un mes más tarde a la zona de Burdeos. Aunque pocos, algunos empalmarán después con las campañas del coñac y el champán.

De los 7.500 andaluces, 3.000 provienen de la provincia de Granada, 1.700 de Jáen, y la mayor parte del resto, de Sevilla y Córdoba. Junto a esta vendimia, Francia ya acoge a otros 40.000 temporeros andaluces en una campaña de recogida de fruta y de uva de mesa, cuya estancia oscilará entre 60 o 80 días.

Como guinda, cada trabajador recibe al finalizar la campaña dos litros de vino, que en el improbable caso de que no quiera consumir, podrá vender a la propia bodega.