EL RETO DE LA INMIGRACIÓN

Ojalá fueran invisibles

Las autoridades han dado orden de que la llegada de inmigrantes pase inadvertida

La Vanguardia, 08-08-2006

J. BEJARANO. Los Cristianos
La Cruz Roja tiene que montar y desmontar sus carpas de atención a los inmigrantes cada vez que llega una patera al muelle de Los Cristianos. Un trabajo que suma desgaste al ajetreo diario de los voluntarios para auxiliar a los que llegan. Además, vallas cubiertas con tela tapan las operaciones de desembarco para que los turistas y curiosos vean lo menos posible a los inmigrantes. La prensa molesta con su presencia y los policías tienen orden de alejarla. Si pudieran, los detendrían con los propios inmigrantes. Después de muchas protestas y cesiones que al final perjudican la calidad de la información, cuando los inmigrantes se han despojado de sus ropas sucias y se han repuesto un poco con té y agua, la policía deja que los fotógrafos se acerquen, pero nadie está autorizado a intercambiar una palabra con ellos por razones “de seguridad”. Una explicación con la boca pequeña es que los periodistas podrían “orientar” a los inmigrantes sobre su derecho a pedir asilo político u orientarlos para que confundan a los agentes en los interrogatorios. Fantasmas sin fronteras de la policía.

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