«50.869 malagueños viven en una situación de pobreza extrema, el 1,7% de la población de la provincia». Lo aseguró ayer el parlamentario andaluz Antonio Romero en la presentación de un informe sobre pobreza y exclusión social elaborado por Cáritas y el Instituto de Estudios Sociales de Andalucía.

Según Romero, en la UE reciben la consideración de pobres las personas cuyos ingresos están por debajo de la mitad del salario medio neto de un Estado, la renta disponible neta (RDN). El parlamentario malagueño denunció que el 31% de los andaluces viven en una situación de pobreza relativa – ingresos entre el 25% y el 50% de la RDN – y que 286.996 malviven en una coyuntura de pobreza extrema – ingresos por debajo del 25% de la RDN – .

El informe indica que la pobreza extrema se encuentra, principalmente, en los núcleos urbanos y explica algunas de las características de los afectados. El 44% tienen menos de 25 años, se da en familias con más de cinco hijos, parados de larga duración y su incidencia es mayor entre la etnia gitana y los inmigrantes que en otros sectores de la población.

Desde la coalición consideran insuficientes los recursos que se dedican para paliar esta situación. Los datos de gestión del Programa de Solidaridad 2005 de la Junta de Andalucía indican que durante el pasado año se hicieron efectivos los pagos de 17.448 salarios sociales, tan sólo un 0,56% más que los realizados en 2004.

Estas mensualidades ascienden al 62% del salario mínimo interprofesional, 318,06 euros, durante seis meses. En Málaga, recibieron esta ayuda social 2.432 personas durante 2005. Romero calificó estos datos como «una aspirina para una pulmonía» y propuso que todos los partidos y agentes sociales tengan la lucha contra la pobreza como primer punto de su agenda política.