“Voy a matar negros”. Así lo anunció en uno de sus manifiestos que dejó on line el pistolero de Jacksonville, un supremacista blanco que salió este sábado de cacería. Sus padres alertaron sobre la existencia de estos documentos y del odio que su hijo sentía hacia los negros. Demasiado tarde.

Cumplió su amenaza. Armado con una pistola Glock y un AR-15, el rifle de moda entre los protagonistas de tiroteos, al que había decorado con una esvástica, el asesino mató a tres afroamericanos (dos hombres y una mujer) en esa ciudad al norte del estado de Florida, en un establecimiento de Dollar General, una tienda de cosas a precios baratos al estilo del todo a cien o a un euro. Después se suicidó, según la descripción que realizó el sheriff de Jacksonville, T.K. Walters, en rueda de prensa. Nadie más resultó herido.

“El tiroteo estuvo motivado por el odio racial, por su odio a los ‘niggers’ (término muy despectivo), palabra que no volveréis a escuchar de mi boca”, recalcó. Según su versión, el pistolero actuó en solitario. “El odio que motivó la matanza añade una capa adicional de angustia y dolor a este crimen”, recalcó Walters. Las autoridades no dieron la identidad de esa persona, pero se supone que era un joven de escasos veinte años que había escrito “varios manifiestos”, incluido uno que facilitaron sus padres en el que especifica “una repugnante ideología del odio”, remarcó el sheriff. El presidente Joe Biden, fue informado de inmediato sobre lo ocurrido.

“Los crímenes de odio siempre son y serán de máxima prioridad para el FBI, porque no solo es un ataque a la víctima, también son una amenaza y una intimidación a toda la comunidad”, señaló Sherri Onks, agente especial al cargo de la oficina de la agencia federal en Jacksonville. El FBI ha abierto una investigación sobre derechos civiles por este incidente de odio.

Esta tragedia tuvo el eco de la matanza de diez ciudadanos negros en un supermercado de Búfalo (Nueva York) el pasado año, suceso en el que el pistolero fue a por las víctimas por el color de su piel. También resonó la matanza en un Walmart de El Paso (Texas) que dejó 22 difuntos en el 2019. El autor confesó a la policía que quería matar mexicanos.

El sheriff detalló que el pistolero de Jacksonville, que vestía de paramilitar, con chaleco antibalas, máscara y guantes, fue detectado sobre las 12.45 de la tarde, hora local, en la Universidad Edward Waters, centró educativo histórico para estudiantes negros, donde se dio la orden de que todos se pusieran a refugio y no salieran.

Walters explicó que el sospechoso se escondió detrás de la biblioteca y, aunque los agentes del campus trataron de arrestarlo, el presunto pistolero logró evadirse. Desde ahí se dirigió a una de esas tiendas de la cadena de descuentos. El sheriff recibió una llamada sobre las 13,53 horas, cuando el tiroteo ya había empezado

“No puedo decir cuál era su forma de pensar mientras estaba ahí (en el campus), pero se fue directo al Dollar General vestido de paramilitar”, insistió el sheriff. “Este es un día oscuro en la historia de Jacksonville, no hay lugar para el odio en esta comunidad”, insistió. Jacksonville es una localidad de 971.000 habitantes, de los que el 30% son negros.

Ron DeSantis, gobernador de Florida y uno de los aspirantes republicanos a la presidencia en el 2024, realizó una declaración de condena de los hechos por vídeo. “Esto es totalmente inaceptable”, dijo. Calificó de “escoria” al autor y dijo que había cometido un “acto muy cobarde” porque se suicidó “para no afrontar las consecuencias”. Y subrayó: “La matanza, en base a los manifiestos que se han descubierto, estuvo motivada por una cuestión racial. Eligió a las víctimas por su raza, algo totalmente inaceptable”. DeSantis, que estaba en Iowa haciendo campaña, decidió regresar a Florida, informaron sus colaboradores. Como gobernador avala que en las escuelas del estado se explique la esclavitud como una oportunidad.

El gobernador, Ron DeSantis, calificó de “escoria” y de “cobarde” al pistolero
La alcaldesa, Donna Deagan, presente en la comparecencia de prensa, también confirmó los motivos: “Como dijo el sheriff, es un crimen cargado de odio. Nos toca hacer todo lo posible por disuadir este tipo de odio”.

No se dio a conocer la identidad de las víctimas, que aparentemente fueron elegidas al azar.

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“Esto es inaceptable. Un tiroteo es demasiado, pero estos tiroteos masivos son realmente difíciles de soportar”, reiteró la alcaldesa.

Este matanza se produjo el mismo día que otra hace cinco años, cuando un tirador mató a dos personas e hirió a otras once antes de dispararse a sí mismo en un torneo de vídeo juegos en el antiguo Jacksonville Landing. El pistolero de este sábado era consciente de ese doloroso aniversario, aseguró la alcaldesa, a partir de los mensajes que dejó. “Tal vez eligió este día para alinearse con ese otro caso”, lamentó Deegan.