El grupo de Cáritas parroquiales del Bajo Deba atendió el pasado año a 421 familias, un 68% más que el año anterior, y les prestó ayuda fundamentalmente en necesidades de alimentación o vivienda. Estos datos están recogidos en la memoria anual que Cáritas ha elaborado sobre la actividad de 2005. Ese año los grupos de Eibar, Soraluze, Elgoibar, Mendaro, Mutriku y Deba distribuyeron 243.000 euros, 31.000 euros más que el año anterior. La mayoría de este dinero se repartió en Eibar, donde la organización humanitaria distribuyó un total de 170.458 euros, cifra que supone el 70% de toda la cantidad repartida en estas localidades del Bajo Deba.

El trabajo de Cáritas en esta comarca se centra en dos aspectos reseñables, según se señala en la memoria de la entidad humanitaria. Por una parte, se trabaja en la búsqueda de vivienda para familias necesitadas y, por otro lado, resulta reseñable el programa de intermediación laboral de mujeres, que se ha concretado en un taller para mujeres gitanas. En esta iniciativa tomaron parte un total de 8 participantes.

La falta de vivienda es, sin duda, el principal problema al que se enfrentan las familias o personas que se acercaron a Cáritas. Según constatan las diferentes entidades que trabajan en el ámbito de ayuda al colectivo de inmigrantes, que constituyen un alto porcentaje de los que acuden a Cáritas, estas personas encuentran grandes problemas para alquilar una casa. «Hay muy pocas en alquiler y, además, muchos propietarios son reacios a arrendarlas a extranjeros», subrayan. Por este motivo, Cáritas ha puesto en marcha un servicio de intermediación con propietarios e inmobiliarias para tratar de dar una respuesta a esta demanda.

Talleres de mujeres

El programa de intermediación laboral de mujeres es el otro punto fuerte de trabajo de Cáritas. Se desarrolló el pasado año en Zumarraga y Eibar un taller para mujeres gitanas con el objetivo de que se convirtiera en un espacio de encuentro y formación, potenciando la participación de las mujeres. En estos talleres se trabajaron temas relacionados con la educación, salud, cultura gitana o la participación de la mujer, entre otros aspectos. Tomaron parte en esta iniciativa 18 mujeres de etnia gitana, 10 de ellas en el taller de Zumarraga y 8 en Eibar.

Cáritas del Bajo Deba prestó atención a un total de 767 personas en la comarca y advierte que las situaciones de pobreza y la atención a personas necesitadas «no han disminuido, sino que están aumentando en los últimos años». Los responsables de esta organización humanitaria constatan que «nuevas formas de pobreza están surgiendo entre nosotros, como la situación de muchas mujeres separadas que soportan lamentables condiciones económicas, o las situaciones en las que viven numerosos inmigrantes y desplazados».