Los XV Cursos Internacionales de la Universidad de Verano del Mediterráneo forman parte ya del pasado. Después de tres intensas semanas de clases magistrales y de demostraciones prácticas, el director de esta apuesta cultural y veraniega sostiene que la oferta que plantea Melilla se ha convertido en una referencia, «en un momento en el que este tipo de cursos corren un serio riesgo de supervivencia». Manuel Ruiz Morales es, desde hace 12 años, el director de este proyecto.

Los Cursos de Verano de la Universidad del Mediterráneo cumplen 15 años ¿Han sido mejores que la edición anterior o peores de los que llegarán el año próximo?

Estamos muy contentos y creo que han sido muy buenos porque hemos acertado a la hora de escoger los temas. Un acierto que no es fruto de un capricho o de una elección unilateral, sino que es el resultado de la colaboración entre la Consejería de Cultura, las instituciones y los centros universitarios para intentar buscar temas que nazcan por y para la ciudad, los estudiantes y para los profesionales. Creo que ahí radica una de las claves del éxito.

Se ha hablado de inmigración, de protocolo y de resucitación cardiopulmonar, así como del vino, de la danza del vientre y de la creación de páginas web. ¿Han tenido estas ofertas la respuesta esperada?

Creo que hemos acertado en todos los cursos a pesar de esa variedad. Sería muy fácil ofertar seis cursos de algo que sabemos que tendría un éxito seguro, sabiendo que, en general, los cursos de Humanidades tienen una menor respuesta, y que más aceptación tienen los cursos prácticos. Se ha demostrado que en Melilla existe una gran afición por las actividades culturales y artísticas, y hasta se han descubierto unas dotes innatas para la danza.

En el curso ‘Inmigración y extranjería en los albores del siglo XXI’ se incluyó un programa práctico con visitas al CETI, al perímetro fronterizo y hasta entrevistas con la Guardia Civil.

Los alumnos están cansados de teoría y de lecciones magistrales. En este caso, tanto la Guardia Civil como la Policía Nacional han demostrado su actividad policial, de vigilancia y su actividad humanitaria, que es algo que no se refleja en los medios de comunicación.

¿Cuál fue la impresión de los alumnos?

Se quedaron sorprendidos por la visita realizada al CETI. Se percibió que entre los inmigrantes no existe ninguna crispación, sino una absoluta paz y naturalidad, la sencillez con la que jugaban los niños o la tranquilidad de las madres tomando el té. Ha sido una impresión tremendamente positiva, pero no es esto lo que se transmite en los medios de comunicación nacionales.